El Parlamento británico rechazó este martes por segunda vez el acuerdo sobre los términos de salida de la Unión Europea (UE) que la primera ministra del Reino Unido, la conservadora Theresa May, ha pactado con Bruselas.
Por 391 votos frente a 242, la Cámara de los Comunes rehusó ratificar el texto, que incorporaba garantías adicionales respecto a la versión que se votó en enero de que el mecanismo para evitar una frontera en Irlanda del Norte no será una solución permanente.
Es un nuevo revés histórico al tratado que debía poner fin a 46 años de integración británica en el bloque europeo, aunque inferior a la humillante derrota que May sufrió en enero cuando 432 diputados votaron en su contra y 202 a favor.
En la apertura de cinco horas de debate parlamentario, la primera ministra conservadora, visiblemente cansada y terriblemente afónica, había advertido de que en caso de rechazo el país se "arriesga a un Brexit sin acuerdo o a ningún Brexit".
El rechazo al acuerdo se produjo hoy debido a que diputados euroescépticos del Partido Conservador, así como el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP, socio parlamentario de May), consideraron que las aclaraciones sobre la salvaguarda otorgadas por la UE son insuficientes.
May intentó salvar el texto, un mamotreto de 585 páginas fruto de año y medio de arduas negociaciones, literalmente hasta última hora. Al borde de la medianoche, ella y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habían anunciado la víspera en Estrasburgo, en el noreste de Francia, acuerdos de último minuto sobre su punto más conflictivo, la "salvaguarda irlandesa". Pero estos no bastaron para calmar los temores de la mayoría de diputados.
Ahora, como se había comprometido la premier, se someterá a votación de la Cámara de los Comunes la aceptación de un brexit sin acuerdo. Si los legisladores optan por rechazarlo, tendrán la oportunidad, ya sea el miércoles o el jueves, de votar para extender las negociaciones del brexit más allá del 29 de marzo.
Si los diputados votan por salir de forma no negociada del bloque comunitario, May señaló que esa se convertirá en "la política del Gobierno". Pero, en el caso de que los parlamentarios descarten salir de forma abrupta, el jueves podrán votar sobre si quieren una prórroga del "brexit".
May matizó que esa extensión no "resuelve el problema" al que se enfrenta el Reino Unido y recordó que la UE no solo tendrá que dar su visto bueno de forma unánime, sino que también querrá saber para qué solicita más tiempo el Parlamento.
Un aplazamiento podría resultar también en la organización de un segundo referéndum, tras el de junio de 2016 que se saldó con 52% de votos a favor del Brexit e inició todo este proceso.
Con información de AFP y EFE