China mantiene la esperanza de que llegará a un acuerdo comercial con Estados Unidos, confió este sábado el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, pese a que el presidente Donald Trump advirtió que solo aceptaría un "gran acuerdo".
"Creo que hay esperanza", declaró ante la prensa Shouwen, al margen de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional de China (ANP, el Parlamento chino).
Para ilustrar la voluntad de ambas partes para alcanzar un acuerdo, puso como ejemplo el menú sino-estadounidense servido a las delegaciones de los dos países en su última sesión de negociaciones de alto nivel el mes pasado en Washington.
El negociador chino Liu He "comió una hamburguesa mientras que (su homólogo) Robert Lighthizer tomó pollo salteado con berenjenas y arroz", precisó Wang.
"Durante todo el proceso de negociaciones, se sirvió té y café, pero los dos bebieron agua", dijo. Y agregó: "Fue para encontrar un terreno común".
Trump advirtió el viernes que el diálogo podría interrumpirse si no se resolvían los puntos más cuestionados.
"Tengo confianza (…) Si no es un gran acuerdo, no cerraré un acuerdo", manifestó el presidente de Estados Unidos, en un giro radical de tono tras el optimismo de las últimas semanas.
Días atrás, el mandatario instó a China a eliminar los impuestos a los productos agrícolas: "Es muy importante para nuestros grandes agricultores".
Pese a las recientes palabras de Trump, el entorno del presidente se ha mostrado optimista de cara a un posible acuerdo con China para poner fin así a la guerra comercial.
El pasado lunes el secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró que ambos países están cerca de lograr el acuerdo: "Estamos tratando de corregirlo, de arreglarlo, de hacerlo justo y recíproco. Creo que estamos a punto y espero que todas esos aranceles y barreras desaparezcan", declaró a la televisión KCCI en Des Moines".
Las dos potencias económicas negocian desde enero un acuerdo para poner término a la guerra comercial desatada el año pasado, que se materializó en aranceles recíprocos por valor de cientos de miles de millones de dólares.
Washington ha exigido que Beijing cambie leyes y prácticas para proteger la propiedad intelectual de Estados Unidos, que ponga fin a las transferencias forzadas de tecnología a las empresas chinas, frene los generosos subsidios industriales y abra el mercado interno a las empresas estadounidenses.
Incluso circularon versiones de una probable cumbre entre Trump y Xi Jinping para resolver las diferencias y terminar de sellar el acuerdo.
Con información de AFP
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