El bebé de Shamima Begum, la joven londinense que a los 15 años huyó para unirse al grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), murió en Siria, confirmó el viernes a la AFP el portavoz de las fuerzas que combaten a los yihadistas.
El vocero de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mustafa Bali, no dio detalles de las causas de la muerte del bebé de la joven de 19 años, a la que Londres quitó en febrero su nacionalidad británica por "razones de seguridad". Sin embargo, un paramédico citado por la BBC informó que el menor sufría una afección pulmonar.
Shamima Begum, originaria del este de Londres, dio a luz a su tercer hijo en un campo de refugiados del noreste de Siria después de haber huido del último reducto de ISIS en Baghuz. La joven indicó que se negaría a que la separara de su bebé para ser repatriado a Reino Unido.
Sus otros dos hijos, nacidos después de su huida a Siria, también murieron por enfermedades y malnutrición.
El caso de esta Shamima Begum, que huyó a Siria en 2015 junto a dos compañeras de escuela, divide a Reino Unido e ilustra los dilemas a los que se enfrentan los países europeos al tener que optar entre prohibir el retorno de sus nacionales yihadistas por motivos de seguridad o permitirles que regresen y procesarlos.
Unas declaraciones de Begum afirmando que no lamentaba haber huido a Siria sorprendieron en Reino Unido, golpeado por una serie de atentados en 2017 reivindicados por el Estado Islámico.
No es bienvenida
El jefe del servicio de inteligencia exterior británico (MI6), Alex Younger, estimó entonces que las personas que se hayan unido al ISIS "probablemente adquirieron competencias y relaciones que los convierte en potencialmente peligrosos".
El ministro del Interior, Sajid Javid, publicó una columna en el diario Sunday Times titulada "Si está huyendo para unirse al ISIS, usaré todos mis poderes para evitar que regrese".
"Mi prioridad es mantener al país seguro, y no dejaré que nada lo comprometa", escribió. "Las decisiones que podemos tomar incluyen prohibir el acceso al Reino Unido a personas no británicas, así como retirar la ciudadanía británica a individuos peligrosos".
La mujer, sin embargo, se defendió del hecho de representar amenaza alguna. "Yo solo era una ama de casa, pasé cuatro años en casa, cuidé de mi esposo, mis hijos".
Con información de AFP
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