Un ataque suicida contra una empresa constructora dejó al menos 16 muertos en Afganistán

Por el momento, ninguna formación ha reivindicado la autoría del ataque. Cinco insurgentes también murieron

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Heridos tras el ataque recibe tratamiento (NOORULLAH SHIRZADA / AFP)
Heridos tras el ataque recibe tratamiento (NOORULLAH SHIRZADA / AFP)

Al menos 16 personas murieron en un ataque suicida seguido de un tiroteo contra una empresa cercana al aeropuerto de Jalalabad, en el este de Afganistán, anunció un funcionario de la provincia.

Según Attaulá Khogyani, portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad, "16 empleados murieron y nueve resultaron heridos". También murieron cinco insurgentes.

Ningún otro funcionario afgano ha confirmado el balance de este ataque, que no ha sido reivindicado.

El ataque contra las instalaciones de la constructora privada afgana MQ había comenzado de madrugada.

La operación insurgente, que aún no ha sido reivindicada, comenzó con la detonación de un vehículo cargado de explosivos, que dio inicio al tiroteo de varios de los atacantes con las fuerzas de seguridad que protegían el recinto, informó en un comunicado el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.

(NOORULLAH SHIRZADA / AFP)
(NOORULLAH SHIRZADA / AFP)

Además de los cinco atacantes, también "murieron 16 empleados de la compañía y otros nueve resultaron heridos", explicó el portavoz, que detalló que entre los heridos "dos de ellos se encuentran en estado grave".

Las fuerzas de seguridad rastrean la zona en busca de algún insurgente que pudiera estar oculto o para retirar explosivos que hayan quedado sin detonar, por lo que los detalles finales podrían variar, concluyó Khogyanai.

Un miembro del consejo provincial, Zabihullah Zmarai, declaró a Efe que la constructora asaltada se encuentra cerca del aeropuerto provincial, donde tienen su base las tropas estadounidenses.

"La compañía proveía servicios de construcción en el aeropuerto", añadió Zmarai.

Por el momento, ninguna formación insurgente ha reivindicado la autoría del ataque.

Fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países, la insegura provincia de Nangarhar sirve de principal bastión al Estado Islámico desde su aparición en Afganistán en 2015.

El Gobierno afgano controla alrededor de un 55 % del territorio de Afganistán y los talibanes dominan en torno al 11 %, mientras que el resto del territorio está en disputa, según datos del inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), del Congreso de Estados Unidos.

La violencia contra los civiles tampoco cesa.

De acuerdo con un informe reciente de Naciones Unidas, la guerra en Afganistán causó en 2018 la muerte de 3.804 civiles, un aumento del 11 % respecto al año anterior y una cifra récord desde 2009, cuando la ONU comenzó a contabilizar las víctimas civiles en el conflicto afgano.

(Con información de EFE)

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