El cuerpo de Jamal Kashoggi, periodista saudita disidente asesinado en 2018 en el consulado de su país en Estambul, fue quemado en un horno en el jardín de la casa del cónsul, según reportó la cadena qatarí Al Jazeera.
También se habrían encontrado rastros de sangre del cronista en las paredes de la oficina del funcionario diplomático saudita destinado a esa ciudad de Turquía.
Los nuevos detalles fueron develados en un documental grabado por Al Jazeera y emitido el domingo que intenta echar luz sobre el brutal asesinato de Khashoggi, quien se había exiliado primero en Estados Unidos y luego en Turquía tras entrar en conflicto con el príncipe heredero del reino de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman (MBS).
Khashoggi era columnista del Washington Post desde el exilio y visitó el consulado de su país en Estambul para obtener los papeles necesarios para casarse con su prometida turca. El 2 de octubre de 2018 fue visto entrando a la delegación diplomática y nunca más se supo de él.
Desde un principio las autoridades turcas habían indicado que el periodista fue asesinado a golpes, presuntamente por orden de MBS, y su cuerpo luego desmembrado y hecho desaparecer, lo cual Riad en un principio negó. Luego, cuando también la CIA estadounidense y otras agencias señalaron que Khashoggi había sido sufrido ese destino, el gobierno saudita reconoció la muerte pero la achacó luego en funcionarios "rebeldes" a quienes está en este momento juzgando.
Las cámaras de seguridad en la vía pública ya habían detectado el presunto traslado del cuerpo de Kashoggi en varias bolsas desde el consulado hasta la residencia del cónsul, horas después de la muerte del periodista.
De acuerdo al documental de Al Jazeera, la policía turca monitoreó en aquel momento y desde afuera de la casa el humo que brotaba del horno personal del cónsul, cuando se cree que las bolsas fueron quemadas. El proceso tardó tres días.
Por otro lado el obrero turco que construyó el horno dijo a la cadena que había seguido indicaciones específicas del cónsul saudita, quien había pedido que fuera muy profundo y que pudiera soportar temperaturas por encima de los 1.000 grados centígrados.
Tras ser utilizado para hacer desaparecer los restos de Khashoggi, el horno fue usado nuevamente para cocinar grandes cantidades de carne con el objetivo de borrar los restos de la cremación casera, indicaron fuentes en la policía turca citada por Al Jazeera.
Además, las autoridades encontraron rastros de la sangre del periodista disidente en las paredes de la oficina del cónsul, tras retirar una capa de pintura fresca que un equipo de presuntos agentes de inteligencia sauditas aplicaron luego de las muerte Khashoggi.
Este grupo de unos 15 miembros viajó desde Riad en un vuelo privado poco antes del asesinato y luego retornó a la capital saudita, de acuerdo a cámaras de seguridad en el aeropuerto de Estambul.
El documental incluye testimonios de personal de las fuerzas de seguridad, políticos y amigos de Khashoggi en Turquía.
En un fragmento señala que el jefe de la inteligencia turca, Hakan Fidan, fue el primero en contactar a MBS pidiendo datos sobre el paradero de Khashoggi.
Pero en un momento de la conversación telefónica, cuando Fidan exigió al príncipe que revelara lo que había ocurrido con el periodista, la situación se volvió tensa. El también ministro de Defensa saudita y futuro rey cortó la comunicación ante lo que consideró una "amenaza inaceptable".
MBS es un joven príncipe de 33 años que superó a muchos otros herederos, incluyendo a algunos de sus tíos, hasta convertirse en el primero en la línea de sucesión de su padre, Salman Bin Abdulaziz.
Visto en un principio como un reformista y modernizador, MBS también se ha ganado numerosos enemigos dentro del reino y ha cultivado una fama de brutalidad puertas afuera, especialmente por su rol liderando la coalición árabe que realiza bombardeos en Yemen y ahora con el asesinato de Khashoggi, uno de sus principales críticos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: