Desde el inicio de la escalada tensiones entre India y Pakistán en la región de Cachemira que ambos países reivindican y por la que han peleado tres guerras desde su independencia en 1947, se han reportado numerosos muertos, heridos y prisioneros, además de importantes pérdidas en equipos.
Aunque el número real de bajas y destrucción causado hasta ahora podría ser mucho mayor y muy difícil de contabilizar con precisión, con ambas partes hablando de diferentes estimaciones.
En total, se ha reportado la muerte de 52 militares y 1 civil indios, 4 civiles paquistaníes, además de 3 militantes islámicos, así como el derribo de un caza Mig-21 indio y un F-16 paquistaní. Un helicóptero indio Mil-17 también se estrelló, aunque no estaban claras sus causas.
La violenta escalada comenzó con el atentado terrorista perpetrado contra un convoy militar indio el 14 de febrero en Pulwama, en la Cachemira controlada por India. Ese día murieron al menos 41 soldados y 35 resultaron heridos, además del atacante suicida que se hizo estallar.
El grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM), con base en Pakistán, se atribuyó el ataque y la India culpó a Islamabad de prestar apoyo.
Cinco días después el ejército indio lanzó un operativo en Pulwama en busca de terroristas de JeM, y en el tiroteo murieron cinco soldados, un civil y tres insurgentes.
El martes India sorprendió a la comunidad internacional lanzando un ataque aéreo dentro del territorio de Pakistán, presuntamente sobre un campo del JeM en Balakot, Cachemira, y matando "gran cantidad" de yihadistas, sin que trascendiera un estimado.
El hecho enfureció a Pakistán, que prometió una respuesta a la violación de su espacio aéreo y señaló que el ataque no habría provocado daños ni muertes.
Por la noche comenzaron a surgir reportes de "choques violentos" en la Línea de Control, frontera de facto entre India y Pakistán, en los que Islamabad acusó la muerte de cuatro civiles.
El miércoles la fuerza aérea de Pakistán realizó una incursión sobre la Cachemira controlada por India y se atribuyó el derribo de dos aeronaves, entre ellas un Mig-21 y posiblemente un helicóptero Mil-17.
Nueva Delhi confirmó el derribo del cazabombardero, cuyo piloto fue capturado, pero negó que el Mil-17 haya sido derribado por fuego amigo. En cambio atribuyó su caída, que provocó la muerte de seis militares y de un civil, a un desperfecto.
Además, India se atribuyó el derribo de una caza F-16 de Pakistán.
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