La segunda cumbre entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, terminó este jueves más de una hora antes de lo previsto y sin que ambos dirigentes alcanzaran "ningún acuerdo" ni firmaran la declaración conjunta que sus equipos habían negociado.
A las 13:25 (6:25 GMT), Trump abandonó el céntrico hotel de Hanói donde mantenía sus reuniones con Kim para dirigirse a su propio hotel y dar una conferencia de prensa, mientras se encaminaba también al suyo.
"No se alcanzó ningún acuerdo en este momento, pero sus equipos respectivos volverán a reunirse en el futuro", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.
Poco después, en conferencia de prensa, Trump dijo que las sanciones de EEUU al régimen fueron un punto de fricción en la fallida cumbre.
No obstante, el mandatario definió aún así como "productiva" la reunión.
"Los dos líderes conversaron sobre varias formas de impulsar la desnuclearización, y sobre conceptos basados en la economía", indicó Sanders en su breve comunicado.
El abrupto fin de la cumbre se produjo después de que la segunda reunión entre ambos, una bilateral ampliada junto a sus respectivas delegaciones, se alargara más de lo previsto.
No hubo almuerzo de trabajo y tampoco ceremonia de firma de una declaración conjunta, en la que se esperaba que ambos Gobiernos detallaran posibles nuevos compromisos sobre desnuclearización e incluso se comprometieran a suscribir una declaración de paz en la península coreana y a iniciar relaciones diplomáticas.
En sus dos encuentros abiertos a la prensa, Trump y Kim habían mostrado muy buena sintonía y humor, y el líder norcoreano incluso respondió a varias preguntas de periodistas estadounidenses.
"Haré lo mejor posible para lograr un gran resultado", había dicho Kim en sus primeras declaraciones frente a la prensa. "Es demasiado pronto para decir (si será un éxito). Pero no puedo decir que ahora mismo sea pesimista. Tengo la sensación de que saldrá un buen resultado", afirmó el dictador al responder a un periodista acreditado por la Casa Blanca, en la que se cree que fue la primera respuesta del mariscal a una pregunta formulada por un medio extranjero.
Por su parte, el presidente estadounidense había asegurado "no tener prisa" en las conversaciones sobre el programa nuclear del régimen y afirmó que los resultados se lograrán a largo plazo.
"La velocidad para mí no es importante", dijo Trump, para quien era más importante "lograr el acuerdo correcto" sobre el desmantelamiento del arsenal nuclear del Norte.
Entre las cuestiones que estuvieron sobre la mesa se encontraron la apertura de una oficina de intereses, lo que representaría un primera paso en la normalización de relaciones
Al ser preguntado al respecto, Kim respondió: "Creo que es algo a lo que valdría la pena dar la bienvenida".
El mandatario norcoreano también dijo que no habría viajado a la capital vietnamita si no hubiese querido implementar la desnuclearización de la península coreana.
"Si no tuviera voluntad de hacerlo, no estaría aquí ahora", afirmó Kim en el transcurso del encuentro al ser preguntado por un periodista si tiene voluntad de "desnuclearizarse".
Trump dijo entonces a la prensa que las palabras de Kim eran "probablemente la mejor respuesta que hayan oído jamás".
En este último encuentro también han estado presentes, entre otros, el secretario de Estado, Mike Pompeo y el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, por parte estadounidense y el canciller, Ri Yong-ho, y el responsable de inteligencia, Kim Yong-chol, por el lado norcoreano.
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