Una amiga denunció ante la Policía que la víctima llevaba desaparecida más de un mes (Video: Twitter Policía Nacional @policia)
En Madrid, un joven de 26 años fue detenido por presuntamente matar a su madre y diseccionar el cadáver en más de 1.000 pedazos que guardó en seis tuppers en el interior del domicilio familiar.
El Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid decretó el sábado la prisión provisional comunicada y sin fianza de Alberto S. G., quien confesó a las autoridades que se había estado comiendo los restos de su madre, con la ayuda del perro.
La voz de alarma la dio una vecina de la zona. Llevaba más de un mes sin ver a su amiga, María Soledad G., de 66 años. Ella presentó la denuncia el jueves ante la Policía Nacional de España. Según testificó, era habitual ver a la desaparecida con hematomas en el cuerpo, y en el barrio se creía que el hijo menor le pegaba.
Esa misma tarde, dos patrullas se presentaron en la vivienda, ubicada en la calle Francisco Navacerrada del céntrico barrio madrileño Ventas. Los agentes encontraron allí al acusado. Después de preguntarle dónde se hallaba su madre, los agentes ingresaron en la vivienda, sin que él opusiera resistencia.
Una vez dentro observaron una escena dantesca. En un cajón descubrieron huesos diseccionados y partes del cuerpo como la espalda o la cabeza de la víctima. También aparecieron las extremidades. Los restos se repartían por toda la vivienda, en el frigorífico y en armarios.
Distribuidos en el domicilio, el acusado guardaba seis tuppers de tamaño grande con pequeños trozos del cadáver. Se encontraron cerca de 1.000 piezas, según declararon los investigadores.
La manera de descuartizar el cadáver podría complicar la autopsia. Faltan órganos vitales, con lo que podría ser difícil discernir la causa de la muerte. Aunque había arrojado varias vísceras en los cubos de basura del edificio, estas pudieron ser recuperadas por los agentes.
Antecedentes policiales
María Soledad Gómez nunca lo confirmó, pero todos los vecinos sospechaban que su hijo la agredía.
Según pudo confirmar la policía, el joven cuenta con 12 antecedentes policiales. La mayoría eran denuncias interpuestas por su madre, que le acusaba de pegarle.
Alberto Sánchez Gómez, de profesión hostelero, era el segundo de dos hermanos. El mayor de ellos, ya se había independizado, y según los medios locales, no mantenía relación con el acusado. El padre, que trabajaba como ebanista, falleció hace muchos años.
Los vecinos relataron que el procesado consumía drogas y tenía problemas de alcoholismo. Destacan que su carácter era más bien introvertido, y que comúnmente parecía ausente.
Un caso de canibalismo
Las autoridades revelaron que parece tratarse de un caso de canibalismo. Consideran que el acusado, que realizó cortes limpios y precisos, no ingirió las piezas crudas.
En el domicilio hallaron varios cuchillos de gran tamaño y muy afilados que el procesado podría haber sido utilizado para cometer el crimen.
El Juzgado de Instrucción número 7 acordó la prisión provisional comunicada y sin fianza de Alberto S.G. por un delito de homicidio con el agravante de parentesco.
Este tribunal se inhibió en favor del Juzgado de Instrucción número 53, que se encontraba de guardia de diligencias cuando se descubrieron los hechos, y el que procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense donde el viernes inició la autopsia.