Por primera vez en la historia de la Iglesia Católica, los líderes religiosos se reunieron a pedido del papa Francisco para hablar de un crimen odioso, que ha minado la credibilidad de la institución en todo el mundo y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
La cumbre sobre la protección de los menores se inició este jueves con un momento de oración, seguido de un desgarrador video con los testimonios de cinco víctimas de los cinco continentes y las palabras de introducción del Papa, cuyo pontificado se ha visto ensombrecido por la multiplicación de denuncias en Estados Unidos, Chile, Australia, España, entre otros países.
Posteriormente, el cardenal Luis Tagle, de Filipinas, pronunció un discurso en el que no pudo contener la emoción al referirse a los abusos.
"Las heridas de la reciente crisis llevaron un recuerdo de inocentes sufriendo, pero también llevaron el recuerdo de nuestros pecados y debilidad", manifestó, con la voz quebrada.
Tras demandar a los líderes presentes que sean "agentes de curación", también pidió a las víctimas que tengan fuerza en la fe.
La mayor expectativa está puesta en el discurso que pronunciará el Papa el domingo como conclusión del encuentro.
Pese a la mano dura prometida y a la introducción del delito contra menores al inicio del pontificado, Francisco no ha logrado en estos seis años el apoyo concreto de los episcopados para combatir la pederastia con armas judiciales civiles, con algunas excepciones. Los organizadores de la cumbre esperan por ello que anuncie una serie de medidas a corto, mediano y largo plazo.
(Con información de AFP y EFE)
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