Los ingenieros situados en la planta de Izhevsk, Rusia lo pensaron durante años. Finalmente lo presentaron esta semana en la Exposición Internacional de Armas y Equipos Militares (IDEX 2019) que se desarrolla en Abu Dhabi.
Se trata del sistema aéreo no tripulado de ataque de alta precisión KUB-BLA. Los ingenieros rusos lo pensaron para "destruir objetivos terrestres remotos", de acuerdo al comunicado de su fabricante, Corporación Kalashnikov.
Entre sus características se destacan el lanzamiento oculto, la alta precisión del disparo, casi inexistente ruido y la facilidad de manejo. El rango de velocidad es de entre 80 y 130 kilómetros por hora. La duración máxima de vuelo es de 30 minutos y la masa de carga útil es de 3 kg. Las dimensiones son 1210/950/165 mm. Ha sido probado con éxito y está listo para su uso.
Pero su principal característica es la que alentó a los militares rusos que decidieron contribuir en el desarrollo y en su puesta en marcha: puede eludir sistemas de defensa aérea.
"Esta es un arma extremadamente precisa y muy efectiva, increíblemente difícil de combatir con los sistemas tradicionales de defensa aérea. El explosivo puede ser entregado al objetivo sin importar cuán bien oculto esté", dijo Sergey Chemezov, jefe de Rostec, un gigante estatal ruso a cargo del desarrollo de compañías de armas estratégicas.
La producción armamentística rusa no se detiene. Ha comenzado a suministrar rifles de asalto de tercera generación Kalashnikov AK-103 a Arabia Saudita en virtud de un contrato firmado entre los dos países en 2017. Ambas naciones están dispuestos a acordar la producción conjunta del rifle en territorio saudí.
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