El ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, dijo este domingo que el riesgo de una guerra contra Israel "es grande" y aseguró que las tropas de su países desplegadas en Siria "están allí sólo para luchar contra el terrorismo.
El canciller se encuentra en Múnich, Alemania, y habló durante la edición 2019 de la Conferencia de Seguridad que se realiza anualmente en la ciudad bávara.
Durante su participación argumentó que las tropas iraníes en Siria se encuentran allí "por invitación del gobierno sirio y con el sólo propósito de combatir el terrorismo, y ninguna otra razón", según reportó la agencia Reuters.
Irán ha sido cuestionado en los últimos tiempos por las actividades en Siria tanto de sus Cuerpos de la Guardia Revolucionaria como de milicias locales apoyadas por Teherán, que combaten no sólo a los terroristas de Estado Islámico (ISIS, en inglés) sino también a los muchos grupos opositores que se levantaron en 2011 contra el dictador sirio Bashar al Assad, dando inicio a la guerra civil que aún persiste y se ha cobrado cerca de medio millón de muertos.
"La violación del espacio aéreo del Líbano y los bombarderos en Siria son violaciones del derecho internacional", dijo, en referencia a una serie de ataques israelíes en los últimos años contra objetivos iraníes y de Hezbollah, grupo terrorista financiado por Teherán que también combate en Siria.
"Y la comunidad internacional y de todos los pueblos de Europa, que creen que el derecho internacional es el pilar del orden internacional, nos culpa a nosotros y no a los israelíes", aseguró.
Preguntado por un periodista si se estaba refiriendo a una posible guerra entre su país e Israel, Zarif fue claro: "El riesgo es alto. Pero el riesgo será aún más alto si siguen haciendo la vista gorda a las severas violaciones del derecho internacional".
El canciller se refirió también al INSTEX, el mecanismo de comercio internacional lanzado por Francia, Alemania y el Reino Unido (E3) para permitir el intercambio de bienes con Irán, en el marco del acuerdo nuclear firmado en 2015, a pesar de la ola de sanciones implementadas por Estados Unidos el año pasado y que han prácticamente aislado al país persa.
"El INSTEX se queda corto en cumplir los compromiso del E3 para salvar el acuerdo nuclear. Europa debe mojarse si espera nadar en contra de la peligrosa marea de unilateralismo estadounidense", consideró.
Un polémico pacto con destino incierto
El acuerdo nuclear firmado en 2015 por Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, por un lado, y el régimen de Irán, por el otro, establecía una serie de controles y limitaciones al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que durante años estrangularon a la economía persa.
De esta manera, Irán se comprometía, entre otras medidas, a cesar el enriquecimiento de uranio, entregar sus depósitos de uranio enriquecido y abrir su programa nuclear a inspectores internacionales que corroboraran que persiguiera sólo fines pacíficos. A cambio, Teherán podía volver a los mercados internacionales, especialmente para vender petróleo y comprar bienes de consumo y maquinaria, y acceder a sus fondos congelados.
El acuerdo fue negociado durante el último mandato del presidente estadounidense Barack Obama y entró en vigor en 2016. Pero en 2018 el nuevo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de campaña y retiró a su país del pacto argumentando que éste había permitido a Irán potenciar su programa de misiles balísticos y aumentar su apoyo a grupos terroristas en el extranjero, como Hezbollah.
Desde entonces el acuerdo ha continuado en los papeles, aunque sin la presencia de Estados Unidos y con el restablecimiento de las sanciones por parte de Washington, prácticamente ha cesado de funcionar.
Al respecto el E3 anunció el mecanismo financiero INSTEX, que consiste en la creación de un ente especial para comerciar con Irán sin usar el dólar estadounidense, pero que hasta el momento Teherán ha juzgado insuficiente.
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