Los gobiernos de Suiza y el Reino Unido firmaron este lunes en Berna un acuerdo que permitirá mantener las relaciones económicas y comerciales entre los dos países tras el Brexit, el último de una serie de pactos entre ambos países de cara a la salida de Londres de la Unión Europea.
La firma se da en medio de la publicación de las últimas cifras de crecimiento de la economía británica, que dan cuenta de que 2018 fue su peor año desde el 2012.
Suiza y el Reino Unido ya firmaron en los últimos meses acuerdos sobre el transporte por carretera, el transporte aéreo, los seguros y la libre circulación de personas.
El acuerdo sobre comercio, firmado el lunes por el ministro de Comercio Exterior Liam Fox y el ministro suizo de Economía Guy Parmelin, fue ampliado a Liechtenstein, en virtud de la unión aduanera existente entre Suiza y Liechtenstein.
El pacto entrará en vigor cuando los acuerdos Suiza-UE dejen de ser aplicables a las relaciones entre Suiza y Reino Unido, indicaron las autoridades helvéticas en un comunicado.
"Si la fase de transición prevista entre la UE y Reino Unido entra en vigor el 30 de marzo de 2019, los acuerdos bilaterales Suiza-UE continuarán siendo aplicables entre Suiza y Reino Unido", explicó.
En este contexto, los acuerdos servirán de base para las relaciones económicas y comerciales entre Suiza y Reino Unido tras la fase de transición.
Sin embargo, en caso de un Brexit sin acuerdo el 29 de marzo, "el acuerdo se aplicará de manera provisional a partir del 30 de marzo de 2019″.
Reino Unido es un socio económico importante de Suiza. En 2017 era el sexto mercado de exportación para las mercancías suizas, evaluadas en 11.400 millones de francos suizos (10.100 millones de euros).
Por su parte Suiza es el quinto mercado de exportación de Reino Unido fuera de la UE, después de Estados Unidos, China, Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos.
Se desacelera el crecimiento
La economía británica, aquejada por el Brexit y las expectativas dispares que ha generado, creció un 1,4% en 2018, su ritmo más débil en seis años.
El PIB había aumentado un 1,8% en 2017. Pero tras haber aumentado a medidos del año pasado, el crecimiento se ralentizó a finales de 2018 y solo alcanzó el 0,2% en el último trimestre.
El resultado es el crecimiento anual más débil desde 2012, cuando alcanzó el 1,5%, lo que no augura buenas perspectivas en un contexto en que las negociaciones para llegar a la fecha pautada para el Brexit se encuentran estancadas.
La economía británica había llegado en 2014 a su pico en más de una década, con un crecimiento del 3,1%, pero luego comenzó a desacelerar su ritmo y a partir del 2016, el año del referéndum del Brexitm, este procesó se profundizó.
Con información de AFP
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