David Chancellor es un reconocido fotógrafo que desde hace años se dedica a retratar la vida silvestre en diferentes lugares del mundo. El miércoles pasado, compartió un sentido relato en su cuenta de Instagram contra la caza de elefantes, acompañado por impactantes imágenes.
El fotógrafo de National Geographic decidió compartir la experiencia que vivió hace poco tiempo en Kenia, donde se encontró con un elefante asesinado por cazadores.
"Creo que vale la pena publicar esto (…) He trabajado en Kenia durante muchos años y en esta ocasión estaba trabajando sobre la caza furtiva de elefantes, que ha aumentado considerablemente", comienza el relato de Chancellor.
El fotógrafo cuenta que mientras caminaba la selva, escuchó detonaciones de disparos: "Llegamos justo después del atardecer y mi principal preocupación era que estábamos perdiendo luz. Encontramos un guardabosques que estaba a pie y caminamos hasta la ubicación aproximada del disparo".
Al llegar al lugar, relata Chancellor, lo primero que se le vino a la mente fue la etapa de su juventud en la que trabajaba en una carnicería: "Lo primero que me golpeó fue el olor de mi juventud mientras trabajaba a tiempo parcial en una carnicería, me detuvo en seco".
Después de dar unos pasos, se encontró a "un elefante durmiendo". Tal vez en su inconsciente quería que esa fuese la realidad. Pero no. El animal yacía muerto en el suelo: "A medida que avanzamos lentamente, pudimos ver que no respiraba; no sabíamos si los responsables estaban allí o no".
Al seguir su camino, Chancellor se encontró una impactante imagen. Delante suyo estaba la trompa del elefante "cortada". "Nos congelamos. A menudo, los cazadores furtivos cortan la cara del elefante y la trompa, huyen de la escena y retiran el marfil del lugar".
"Mientras me movía hacia la parte delantera del elefante, me desplomé de rodillas. La escena tranquila era ahora de absoluta brutalidad", relata, conmovido, el fotógrafo, quien se reconoció amante de los elefantes, quienes aún hoy en día, luego de años de experiencia, logran hacerlo "llorar" ante estos actos brutales.
"Nunca olvidaré esta escena. Tampoco olvidaré a los que trabajan para detener esto (…) Mantenerse comprometido. Mantenerlos vivos", concluye el sentido mensaje que compartió en su Instagram.
Las fotos que publicó en la plataforma son verdaderamente impactantes. En la primera se puede observar al animal acostado, de espalda. En la segunda, en tanto, se ve la trompa corta. Y en la tercera la más cruda: la cara, de frente, desfigurada, sin trompa ni colmillos.
En cuatro días de publicación, el mensaje ya tiene más de 9.800 me gusta.
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