Los primeros espectadores de "How The Other Kids Live" (Cómo viven los otros niños) derramaron lágrimas ante la conmovedora relación entre un niño de nueve años y su hermano gemelo con síndrome de Down en el primer episodio de la nueva serie británica, que reúne a niños de diferentes orígenes que de otra manera nunca se hubieran conocido para jugar.
Billy y Tom Moxon fueron dos de los protagonistas en el estreno, junto con Brendan McMasters, un niño católico de nueve años y Yasmin Kolawole, una niña musulmán de siete. Los cuatro jugaron en la casa de cinco dormitorios de los Moxon, en la ciudad de Birmingham, Inglaterra.
Cuando llegó el turno de que sus hijos jugaran en la casa de Brendan, la madre de lo gemelos, Sian Moxon, se preocupó, ya que el síndrome de Down de Tom significa que a menudo queda excluido del resto del grupo cuando ella no está presente para cuidarlo.
Pero fue entonces que Billy -de admirable madurez- prometió cuidar a su hermano, a quien describió como un chico que es "amable con todos". Fue Billy quien acompañó a su hermano al baño durante todo el día para que pudiera jugar con el resto del grupo.
Hablando de sus hijos, la madre Sian explicó como nacieron con la ayuda de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV). "La primera ecografía que tuvimos fue realmente brutal, ya que nos dijeron que 'había un problema con uno de los bebés, hay líquido en el cerebro, va a tener un daño cerebral grave'", recordó. "Fue simplemente horrible".
"Cuando nacieron los niños y Tom tenía síndrome de Down, estábamos absolutamente encantados porque es una enfermedad conocida", admitió Sian. "Iba a poder caminar, hablar, tener una gran calidad de vida. Nunca ha sido un problema. Estamos encantados con nuestra familia".
Refiriéndose a Billy, la madre dijo que era un chico "reflexivo" e "intuitivo" que desde chico asumió la responsabilidad de cuidar a su hermano discapacitado. "A menudo tengo que cuidar a Tom", dijo Billy. "A veces intenta huir, así que tengo que detenerlo. Sólo tengo que vigilarlo".
"Si se siente triste, entonces yo lo cuidaré", aseguró.
Con un nivel de madurez y empatía que excede sus años, Billy animó a Tom a ir al baño en la casa de su amigo, acompañándolo a un dormitorio y luego, lentamente, ayudándolo a bajar por las escaleras.
Luego, Tom se refirió a su hermano: "Lo amo, es el mejor hombre del mundo".
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