La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pidió el domingo en un mensaje por el Año Nuevo Lunar que todos los chinos en el mundo puedan experimentar las "bendiciones" de la democracia, en una velada crítica al régimen político de la República Popular China.
"Taiwán tiene la capacidad de mantener sus tradiciones culturales y está comprometido a defender los valores de libertad y democracia", señaló la mandataria en un texto difundido a través de sus redes sociales con motivo del año nuevo chino, que comenzará el martes.
"Aquellos que viven en lugares donde no hay democracia pueden no entender este compromiso. Deseamos que los chinos étnicos en todo el mundo puedan experimentar esta bendición", agregó.
Taiwán, también conocido como la República China, surgió en el año 1949 cuando las fuerzas nacionalistas del Kuomintang, dirigidas por Chiang Kai-shek, fueron derrotadas tras una larga guerra civil por los comunistas de Mao Tse-tung.
En ese momento el territorio chino se desdobló en dos países: la comunista y autoritaria República Popular China, en el continente y con capital en Beijing, y la capitalista y eventualmente democrática República China, en la isla de Taiwán y con capital en Taipei a donde marcharon los seguidores de Chiang Kai-shek.
Desde entonces ambos gobiernos han estado enfrentados, y en la actualidad Taipei reafirma su independencia y Beijing no renuncia a su voluntad de unificar el país bajo su mando, bajo la política de la "una sola China".
De hecho el presidente chino continental Xi Jinping ha aumentado la presión sobre la isla de Taiwán, que desde el 2016 está gobernada por la presidenta Tsai, miembro del Partido Progresista Democrático, que defiende la independencia.
"Así que quiero hacer tres deseos de año nuevo para nuestros amigos de la etnia china tanto en casa como en el extranjero", señaló el domingo la mandataria taiwanesa. "Deseo que puedan disfrutar la democracia, la libertad y la prosperidad continua", dijo.
Aunque no hubo respuesta de Beijing a los mensajes de Tsai, el mismo Xi había afirmado semanas atrás, en su primer discurso en 2019, que China se reservaba el derecho a usar la fuerza para incorporar a Taiwán bajo su control, aunque estaba buscando una "reunificación pacífica".
En Taiwán el apoyo a este proceso es, hasta el momento, escaso, especialmente en los últimos seis años desde la llegada de Xi al poder en el vecino continental, una era marcada por la represión interna a cualquier tipo de crítica y el aumento del control del Partido Comunista de China en casi todos los aspectos de la vida diaria.
Sin embargo el viejo partido Kuomintang, que en la actualidad tiene una postura de acercamiento a la China comunista, logró victorias importantes en las elecciones regionales realizadas en noviembre en Taiwan, marcando el territorio para los comicios presidenciales de 2020.
Con información de Reuters
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