El Tribunal Supremo de Pakistán rechazó este martes un recurso contra la absolución de Asia Bibi, lo que despeja el camino para que la cristiana pueda irse del país y pone un punto final a tres años de batalla judicial desde su condena a muerte.
"Este recurso ha sido rechazado", declaró el juez Asif Saeed Khosa al final de la vista judicial.
Esta misma corte, máxima instancia judicial paquistaní, absolvió el 31 de octubre a Asia Bibi, una obrera agrícola de unos cincuenta años, madre de cinco hijos, fue condenada a muerte en 2010 por blasfemia, tras una discusión sobre un vaso de agua con vecinas musulmanas de su aldea.
Tras la decisión del máximo tribunal de justicia, Asia Bibi podrá abandonar este país musulmán muy conservador, donde vive bajo muy fuerte protección ya que es considerada un objetivo por los extremistas religiosos.
El abogado de la cristiana paquistaní, Saif ul Mulook, dejó entrever que la salida del país de su cliente es inminente.
"Creo que por el momento está aquí (en Pakistán), pero dónde estará esta noche, no lo sé", declaró.
Francia se declaró dispuesta a acoger a la cristiana, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau había afirmado en noviembre a la AFP que su país estaba "en conversaciones" con Islamabad al respecto.
Los hijos de Asia Bibi ya viven en Canadá, según noticias de prensa no confirmadas.
Manifestaciones islamistas
Desde que fuera puesta en libertad el 8 de noviembre de la cárcel de Multan, Asia Bibi vive en un lugar seguro en Pakistán, según afirmaron las autoridades en varias ocasiones.
La absolución de la cristiana provocó manifestaciones multitudinarias de islamistas que pedían su muerte en la horca. Los islamistas que exigen su ejecución salieron a la calle y bloquearon durante tres días las principales carreteras del país.
El gobierno paquistaní se comprometió a iniciar un procedimiento para impedir que Asia Bibi abandonara el país, y a no bloquear una demanda de revisión del juicio que debe ser examinada por la Corte Suprema.
Este acuerdo fue muy criticado por numerosos paquistaníes, furiosos de que el Estado cediera ante los extremistas.
Sin embargo, a fines de noviembre, centenares de simpatizantes del partido islamista Tehreek-e-LabaikPakistan (TLP), que provocó los bloqueos en el país, fueron detenidos. Khadim Hussain Rizvi, jefe del TLP, está acusado de rebelión y terrorismo según el ejecutivo, por lo que puede ser condenado a cadena perpetua.
Resonancia mundial
"Jamás aceptaremos un dictamen contra el Corán" había advertido el TLP este martes antes de conocerse la sentencia, en un comunicado, en el que promete "un movimiento que será visto por todo el mundo" si se adopta una decisión favorable a la "blasfemia".
El caso de Bibi tuvo resonancia planetaria, y atrajo la atención de los papas Benedicto XVI y Francisco, que se reunió con una de sus hijas.
Este caso divide asimismo a Pakistán donde la blasfemia es un asunto muy delicado, y donde simples acusaciones bastan para provocar sangrientos linchamientos.
Los defensores de los derechos humanos ven en Asia Bibi un símbolo de los excesos de la ley que reprime la blasfemia en Pakistán, muchas veces utilizada según sus detractores para ajustes personales.
Casi medio centenar de personas acusadas de blasfemia están actualmente condenadas a muerte en Pakistán, según una estimación de la Comisión internacional para la libertad religiosa de Estados Unidos, que data de 2018
Con información de AFP
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