"Mataré a la gente y será tu culpa" gritó una mujer transgénero que se enojó después de que la cita que conoció a través de Tinder no resultara como esperaba, la chica entró a un 7-Eleven con un hacha e intentó cortar la cabeza de un hombre por la mitad, según afirmaron las autoridades.
Evie Amati fue encarcelada el viernes pasado tras atacar a dos hombres en una tienda en Sydney, Australia. El juicio se llevó a cabo en agosto del 2017 en el que fue declarada culpable de intentar asesinar a una pareja en el 2017.
Durante el juicio se dio a conocer que ella había sido rechazada por su cita de Tinder previo al asalto de la tienda. Una de las víctimas responde al nombre de Benjamin Rimmer quien se pronunció por primera vez.
El hombre aclaró que Amati estaba allí para matar y argumentó que la atacante no mostraba remordimiento. Amati fue sentenciada a nueve años en prisión con un periodo de libertad condicional de cuatro años y seis meses.
Evie Amati tiene 26 años se lanzó llena de rabia contra sus víctimas y todo fue grabado por las cámaras de seguridad de la tienda, Amati balanceó el hacha en dos ocasiones a la cara de Benjamin y logró derribarlo causándole una herida profunda en la cabeza. Posteriormente atacó brutalmente a otro cliente inocente, Sharon Hacker.
En el juicio se supo que Amati estaba tomando MDA, antidepresivos, hormonas para su transformación, y se encontraba además bajo la influencia del cannabis y el vodka. Ella acababa de enviar un mensaje a la mujer, Mickila Jahnsen, diciendo: "Algún día mataré a mucha gente y será culpa tuya".
La señora Jahnsen señaló en el juicio que había conocido a Amati a través de la aplicación de citas horas antes de que ocurriera el ataque, salieron y tomaron algunas copas junto con otros amigos, antes de que tres de ellos tomaran una cápsula de lo que parecía ser éxtasis.
Ella dijo que se "asustó" cuando Amati más tarde le envió el mensaje de Facebook, en el que también la llamó "psicópata". Amati también envió un mensaje a diciendo: "La mayoría de la gente merece morir, yo odio a la gente".
La única razón por la cual el señor Rimmer se encuentra vivo es porque se movió justo antes de que el hacha se clavara en su cara.
"Si no hubiera girado la cabeza en el último minuto, me la habría cortado por la mitad", dijo a news.com.au.
"Ella fue allí para matar. Sólo es pura suerte que esté vivo, no está arrepentida. Ella está calculando ", dijo.
La familia Rimmer también ha iniciado una petición para pedir justicia para las víctimas de Amati.
"Una sentencia de solo nueve años no reconoce el daño hecho a las víctimas ni la naturaleza horrible de este crimen", dice la petición escrita por su hermana Anneke. "Ben tendrá cicatrices físicas y emocionales por el resto de su vida".
Amati fue declarada culpable de intento de asesinato en agosto del año pasado después de que el Tribunal de Distrito de NSW rechazó sus reclamos de que padecía una enfermedad mental. En la corte, dijo que antes del ataque escuchó voces que le decían que matara y mutilara y que comenzara el infierno en la tierra.