La relación entre las duquesas de Cambridge y Sussex, al parecer, sigue en deterioro. Al menos eso especulan la prensa inglesa luego de que Meghan Markle no estuviera invitada a la fiesta de su cumpleaños. Kate Middleton lo celebró de forma íntima con sus amigos más cercanos.
La duquesa de Cambridge celebró su cumpleaños 37 el pasado domingo con un almuerzo en la la casa de campo en Norfolk, al que asistieron sus amigos más cercanos.
Y, a pesar de que esa una casa espaciosa, un palacete con 10 habitaciones y motones de comodidades, tanto el príncipe Harry como su esposa no fueron a la fiesta.
Con los años, expertos en la familia real dicen que Kate tiene pocas o casi ninguna amigas mujeres. Sin embargo, sí tiene aliadas cercanas que se mantienen leales a ella. Estas aliadas sí asistieron a la fiesta, según informa Daily Mail.
Una de ella es Emilia Jardine-Paterson, madrina del príncipe George y antigua compañera de Kate en el equipo hockey de la universidad. Cuando la duquesa de Cambridge tuvo una breve separación de William en el 2007, Emilia la invitó en una viaje a la isla mediterránea de Ibiza.
El novio de Emilia, David, también estuvo en la fiesta. Al cumpleaños de la duquesa también asistió Laura Meade, madrina de la princesa Chrlotte y vecina de la pareja real en Norfolk.
Laura también ayudó a Kate durante su breve separación de William. La otra pareja que acompañó a William y Kate durante la fiesta fueron Sophie Carter y su esposa Robert.
La duquesa de Sussex ha "cambiado considerablemente" al príncipe Harry y él está totalmente "enamorado" de ella, reveló Lady Colin Campbell en un nuevo documental sobre los rumores de una supuesta pelea entre Meghan y la duquesa de Cambridge.
Mucho se ha comentado sobre los roces que existen entre Meghan y Kate, pero la naturaleza de estos rumores tiene un trasfondo y los escándalos que giran en torno a la mala relación que tienen ambas se han ido acrecentando.
Ahora los expertos reales han podido descifrar cuáles son esas razones por las que la duquesa de Sussex podría estar confrontándose no sólo con su concuña, sino con varios trabajadores de la realeza e incluso con la reina Isabel II.
"El choque cultural" ha sido el principal factor por el cual se han dado las tensiones tras las puertas del palacio, si bien Meghan es una mujer franca acerca de su visión de la vida, los asesores de Buckingham consideran que la familia real no está acostumbrada a hacer las cosas como lo haría alguien con mentalidad estadounidense que no busca guardar las apariencias.
"El trabajo más difícil en la familia real es trabajar con las ambiciones de Meghan y hacerlas realidad", agregó una fuente cercana a la familia. "Se sentirá frustrada si le dicen:" No puedes hacer esto o no puedes decirlo" añadió.
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