Las tres jornadas de negociaciones comerciales mantenidas en Beijing entre chinos y estadounidenses permitieron "sentar las bases" de un acuerdo, afirmó el jueves el Ministerio de Comercio de China, alimentando el optimismo que generó el primer encuentro de la tregua entre las dos principales potencias económicas mundiales, enfrentadas en una guerra comercial.
Durante esas conversaciones, del lunes al miércoles, los dos países "hablaron de manera profunda y detallada sobre cuestiones comerciales y estructurales de interés común", destacó el ministro en un comunicado. Esas discusiones permitieron "reforzar la comprensión mutua y sentar las bases de una solución de las cuestiones de interés común", agregó.
"Las dos partes acordaron seguir en estrecho contacto", concluye el comunicado, sin precisar el lugar ni la fecha de futuras discusiones.
Por su parte, el vocero ministerial, Gao Feng, dio algunas luces sobre el contenido de las discusiones. Cuando se le preguntó sobre la postura de China sobre asuntos como las transferencias tecnológicas forzadas, los derechos de propiedad intelectual, las barreras arancelarias y los ataques cibernéticos, y si China confiaba en poder llegar a un acuerdo con Estados Unidos, Gao dijo que esos temas "fueron parte importante de esta conversación comercial".
Estados Unidos le presentó a China una larga lista de demandas que modificarían los términos comerciales entre ambas naciones, con cambios en las políticas de Beijing sobre protección de propiedad intelectual, transferencias de tecnología, subsidios industriales y otras barreras no arancelarias.
China ha rechazado repetidamente las quejas sobre abusos a la propiedad intelectual y las acusaciones de que las empresas extranjeras enfrentan una transferencia de tecnología forzada.
Cuando se ha cumplido casi la mitad de la tregua de 90 días, hay pocos detalles concretos sobre los progresos realizado. El vocero no abordó las preguntas sobre qué demandas plantearon ambas partes, o si Estados Unidos acordó abandonar su plan para implementar aranceles adicionales antes del 2 de marzo.
Fue la primera vez que ambos países trataban la guerra comercial desde la cumbre en Buenos Aires de principios de diciembre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.
En aquel entonces, los dos mandatarios se dieron de plazo hasta principios de marzo para intentar solucionar su diferendo comercial, antes de la entrada en vigor de nuevas aduanas en Estados Unidos sobre los productos chinos.
En un comunicado oficial, Estados Unidos se limitó a recapitular los puntos de negociación retenidos por Trump y Xi, sin entrar en detalle sobre las discusiones.
Además del desequilibrio comercial crónico en detrimento suyo, Estados Unidos acusa a China de las dificultades de acceso a sus mercados o de prácticas comerciales "desleales", especialmente en la transferencia forzada de tecnología impuesta a empresas extranjeras o por violaciones de derechos de propiedad intelectual.
(Con información de AFP y Reuters)
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