Un grupo yihadista pide donaciones en bitcoin, al que considera "un canal seguro"

Amir Muslim, el líder georgiano líder de Junud al-Sham difundió el pedido a través de Telegram. Diversos expertos alertan sobre este nuevo modo sencillo para financiar al terrorismo

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Amir Muslim, el georgiano líder de Junud al-Sham (los Soldados del Levante), uno de los grupos yihadistas islámicos que combaten en Siria, mira a la cámara, los pelos de su barba y de su cabellera al viento, en su uniforme militar, y se dispone a hablar. No se tratará de un discurso religioso, ni de una amenaza violenta, o de algún comentario sobre el desarrollo de la guerra. En un mensaje distribuido el último 3 de enero, Muslim se dirige a la cámara para pedir fondos para su grupo, y no hace falta preocuparse por la forma en que llegará a sus manos. Ahora, avisa en ruso, algunos "hermanos" musulmanes activaron un "canal seguro" para girar el dinero.

Y recomienda usar Bitcoins.

Ya se sabía que, acosados por las derrotas en el campo de batalla y la avanzada de las operaciones anti-lavado de dinero, el Estado Islámico y otros grupos luchando en Siria se están volcando a fuentes alternativas y eventualmente más "limpias", como las criptomonedas.

"La conexión criptomonedas-terrorismo es ya demasiado grande para ignorarla", advirtió en diciembre pasado en una columna de opinión en el Washington Post el experto Steven Stalinsky, director ejecutivo del Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio (MEMRI, por su sigla en inglés), la organización que descubrió el mensaje de Muslim.

El breve video grabado por el líder islámico, presumiblemente nacido en la ex república soviética de Georgia pero de origen checheno, fue difundido a través del sistema de mensajería instantánea Telegram, el preferido por grupos terroristas gracias a la posibilidad de entablar chats secretos encriptados.

Los hermanos prepararon un canal seguro" para girar Bitcoin, dice Muslim en el mensaje, según la transcripción del MEMRI. "Todos aquellos que quieran invertir en esta causa bendita pueden hacerlo, si Alá lo permite", agrega.

Según Stalinsky, "la criptomoneda ha arribado al terrorismo, con una serie de organizaciones terroristas que aprovechan el anonimato proporcionado por la tecnología blockchain para la recaudación de fondos y finanzas".

En su columna en el diario de la capital norteamericana, el experto indicó que la primera señal que alertó a las autoridades estadounidenses fue el testimonio de Zoobia Shahnaz, una mujer de 27 años arrestada por lavado de dinero.

El 26 de noviembre último ante una corte federal de Nueva York, Shahnaz se declaró culpable de apoyar financieramente al Estado Islámico "con un plan que según los fiscales empleó el lavado de dinero y fraude bancario, junto a Bitcoin y otras criptomonedas", explicó.

Shahnaz "fue sorprendida cuando agentes federales detectaron transferencias electrónicas en el extranjero diseñadas para evitar los requisitos a informaciones financieras", dijo Stalinsky en base a los reportes oficiales norteamericanos.

Amir Muslim, el líder de Junud al-Sham, difundió un video pidiendo donaciones por bitcoin, al que definió como un “canal seguro”
Amir Muslim, el líder de Junud al-Sham, difundió un video pidiendo donaciones por bitcoin, al que definió como un “canal seguro”

"Con el califato físico del Estado Islámico en ruinas, los ingresos del petróleo y los impuestos han desaparecido, pero las criptomonedas tales como Bitcoin, Dash, Ethereum, Monero, Verge y Zcash, junto a otras en desarrollo, constituyen una fuente alterna de financiamiento para los terroristas", advirtió el experto.

Las transacciones -siguió- "son rápidas y anónimas y su interrupción es bastante difícil". Estas fuentes de financiamiento son utilizadas por "las organizaciones terroristas más establecidas" y también por "un grupo emergente de grupos terroristas y afiliados, tales como al-Sadaqah, Malhama Tactical y el Centro de Medios de Comunicación Ibn Taymiyyah", dijo.

No son comunes ni fáciles de encontrar imágenes o videos en los que líderes o militantes islámicos soliciten a sus seguidores que los patrocinen utilizando criptomonedas, pero el fenómeno viene siendo señalado desde hace ya varios meses.

En un artículo publicado en Forbes en octubre del año pasado, la experta en contraterrorismo Nikita Malik contaba que, mientras investigaba la "darknet" o "red oscura", esa esquina del "deep web" de la "internet profunda" infranqueable para los navegadores estándar, descubrió una operación de transferencia de fondos para al Qaeda.

Alguien había depositado 685 dólares en bitcoins a través de al-Sadaqah, relacionada con al-Qaeda y que solicita donaciones en criptomonedas a través de Facebook y Telegram. Poco después el giro en bitcoins, que había pasado a valer 803 dólares en pocas horas, ya había sido despachado hacia otro website. Una transferencia limpia, segura y eficiente hasta las manos de la ex organización de Osama bin Laden, que encima creció de la noche a la mañana.

Diversos especialistas vienen alertando sobre la facilidad con que las criptomonedas pueden ser utilizadas como un canal seguro para financiar el terrorismo (Getty)
Diversos especialistas vienen alertando sobre la facilidad con que las criptomonedas pueden ser utilizadas como un canal seguro para financiar el terrorismo (Getty)

Malik señaló que "Bitcoin brinda seguridad financiera, ya que la blockchain actúa como un intermediario imparcial, asegurando que las monedas sean irrevocables una vez que se gastan". Así, no hay vuelta atrás, el dinero solamente puede ir hacia adelante y se evitan sorpresas cuando "criminales y terroristas adquieren bienes y servicios en la 'darknet'".

En su reporte, Malik recordó también el caso de una mujer arrestada en diciembre del 2017 en Nueva York después de haber adquirido 62.000 dólares en bitcoins para el Estado Islámico. La mujer había intentado sin suerte unirse en persona a la organización fundamentalista islámica, pero como no logró viajar hasta alguna de las zonas de combate se las ingenió para conseguir las criptomonedas bajo un nombre falso y girarlos a destinatarios en Turquía, Pakistán y China.

Hacia el lado de esos destinatarios, los "canales seguros" de los que hablaba el georgiano Muslim se están multiplicando. Un informe publicado por el experto Michael del Castillo en el sitio especializado CoinDesk, también en diciembre del año pasado, habla de "docenas" de direcciones para recibir bitcoins en diferentes portales del tipo CoinGate montadas por grupos yihadistas.

"MEMRI viene haciendo sonar las alarmas sobre el uso de criptomonedas por parte de organizaciones terroristas de la misma manera que venimos advirtiendo sobre el contenido yihadista en Telegram, YouTube y Twitter", le dijo a Infobae la vocera del centro de monitoreo, Kendra Heideman.

"Tenemos la esperanza de que, si seguimos escribiendo sobre el tema, los funcionarios que actúan contra la financiación del terrorismo en todo el mundo empezarán a tomar nota" de la nueva situación, añadió la portavoz.

Por ahora, la mayoría de los países desarrollados ni siquiera se puso de acuerdo en considerar a las criptomonedas como un activo o como una moneda. Mucho menos avanzan los proyectos de ley para combatir la transferencia de fondos hacia organizaciones terroristas en forma de bitcoins.

En Estados Unidos, por ejemplo, recién en setiembre del año pasado la cámara baja del Congreso trató un proyecto del diputado Ted Budd, republicano por Carolina del Norte, para la creación de un "grupo de trabajo" para "investigar la utilización de nuevas tecnologías financieras por parte de los terroristas y específicamente para combatir el uso de las criptomonedas" por parte de esas organizaciones.

El proyecto todavía está esperando que lo trate el  comité de Servicios Financieros de la cámara.

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