Los rebeldes hutíes comenzaron a retirarse este sábado del puerto de Hodeida, en el oeste de Yemen, en aplicación del acuerdo concluido con representantes gubernamentales y auspiciado por la ONU al comienzo de diciembre, informó este sábado el portavoz de las milicias.
Los insurgentes chiitas, que reciben apoyo económico y militar de Irán, empezaron a salir del puerto pasada la medianoche (las 21:00 GMT del viernes), luego de que se firmara a comienzos de mes y en Suecia un cese al fuego y que prevé el retiro de tropas de ambos bandos.
"De acuerdo con las disposiciones del acuerdo de Estocolmo y con la implementación de las directivas de la comandancia, nuestras fuerzas comenzaron anoche a aplicar la primera fase del repliegue del puerto de Al Hudeida", dijo el teniente general Yehia Saria, portavoz de los hutíes, en declaraciones a la agencia oficial SABA.
La retirada de las tropas tuvo lugar en presencia del general retirado holandés Patrick Cammaert, presidente del Comité de Coordinación de Reubicación (CCR), órgano liderado por la ONU para la supervisión del cumplimiento del alto el fuego.
El acuerdo auspiciado por la ONU y alcanzado en Suecia prevé una tregua que entró en vigor el 18 de diciembre en Hodeida, principal frente del conflicto y lugar por donde entran la mayor parte de los productos importados por el país y la ayuda humanitaria.
Las fuerzas progubernamentales, apoyadas por una coalición árabe que lidera Arabia Saudita, lanzaron hace meses una ofensiva para reconquistar esta ciudad, que se encuentra bajo control de los hutíes desde 2014.
La guerra en Yemen causó al menos 10.000 muertos desde finales 2015 y ha provocado la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU.
El conflicto se ha convertido a su vez en un campo de batalla entre Arabia Saudita e Irán, rivales regionales que compiten por liderar el mundo islámico desde el sunismo y el chiismo, respectivamente, y que apoyan a diferentes facciones en Yemen.
Al respecto los sauditas, y en especial su príncipe heredero y ministro de Defensa, Mohammed bin Salman, han sido muy criticados por el accionar de su aviación en apoyo de las fueras pro gobierno, ya que sus bombardeos han causado una enorme cantidad de víctimas civiles.
Estas críticas se suman al presunto rol de MBS en el asesinato y descuartizamiento del periodista disidente Jamal Khashoggi ocurrido en el consulado saudita en Estmabul, Turquía.
Por otra parte el régimen iraní ha sido acusado de proveer misils balísticos a los rebeldes hutíes, que han lanzado contra ciudades sauditas.
Con información de AFP y EFE
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