La familia Pix estaba de vacaciones en Dunsborough, Australia, donde estuvo a punto de sufrir una tragedia el día de Navidad, después de llevarse a casa dos mortales pulpos de anillos azules, una de las criaturas más venenosas del océano.
Sophie Pix, de 11 años, sin saberlo, recogió los dos pulpos mientras buscaba conchas con su hermano Will, de siete años, en una playa de Quindalup, cerca de la casa de vacaciones de la familia.
Cuando ella le entregó las conchas a su padre, Aaron, él se las guardó en el bolsillo para llevarlas a casa y limpiarlas.
"Sophie había recogido esta concha, y estuvo nadando con ella durante un rato. Por muchos motivos, esto podría haber resultado desastroso", dijo el señor Pix, de 42 años.
"Esta concha tenía forma de cono y una estructura bastante compleja. Y me preguntó si podía conservarla porque era muy bonita. Cuando saqué las conchas en casa para limpiarlas, había un pulpo de anillos azules en mi mano", relató el padre al portal The West Australian.
"Me asusté y luego encontré otro en mi bolsillo, que tenía sus tentáculos en mi pierna. Debe haber estado allí durante 15 o 20 minutos. Lo buscamos en Google y leímos que la mordedura no es dolorosa, por lo que es posible que ni siquiera sepas que te han mordido, pero puede ser fatal en cuestión de minutos".
Se han registrado una serie de ataques de pulpo de anillos azules en este verano en el norte de Australia, ya que esta especie es numerosa en la zona.
Su mordedura es altamente venenosa para los humanos y se debe llamar a una ambulancia de inmediato, como hizo la familia Pix. Aaron Pix pasó cerca de tres horas en observación en el Hospital Busselton, mientras se sentía mal.
Contó que el personal del hospital cree que los tentáculos del molusco, al entrar en contacto con su pierna, habían provocado una reacción leve.
El señor Pix dijo que se siente afortunado de estar vivo, ya que descubrió que las víctimas pueden ignorar que han sido mordidas hasta que se produce la parálisis y que la muerte puede ocurrir en minutos si no se trata.
"Es bastante aterrador pensar que pudo atacarme sin darme cuenta o muerto frente a mis hijos en la víspera de Navidad o, lo más terrible, que pudo pasarle a mis hijos", dijo.
"¿Cuáles son las posibilidades de encontrar dos en tu bolsillo? Esto hace pensar que debe haber más de ellos por ahí. Lo que me preocupa ahora es la falta de conciencia".
Los pulpos de anillos azules viven en arrecifes y pozas de marea, donde pueden habitar conchas muertas. Se ubican en rocas y otros escombros y en grietas.
Si es mordido, se experimentará entumecimiento y puede ser difícil hablar. En estos casos, se debe llamar de inmediato a una ambulancia o acudir al centro de salud más cercano.
National Geographic ha documentado a este asombroso y hermoso pero mortal pulpo y ha explicado en detalle su comportamiento:
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