Los "chalecos amarillos", el movimiento contestatario que ha puesto contra las cuerdas al presidente de Francia, Emmanuel Macron, celebra este sábado su sexta jornada de manifestaciones más centrada en provincias que en la capital París. Sin embargo, en la principal ciudad de la nación hay 800 manifestantes que se movilizan. Un número considerablemente menor al de otros fines de semana. La Policía confirmó que 65 personas fueron detenidas.
En vísperas de Navidad, los manifestantes han anunciado numerosas acciones en Facebook en un momento en el que la caída de participación de su última protesta les ha llevado a evaluar nuevas formas de mantener vivo el movimiento.
Aunque la organización no está clara, como es habitual en el movimiento, se aguarda que las protestas se lleven a cabo en ciudades de provincias y en pasos fronterizos antes que en París, donde los últimos cuatro sábados las manifestaciones desembocaron en masivas detenciones, actos vandálicos y cuantiosos destrozos.
Las medidas para paliar el "estado de emergencia social" que anunció Macron el pasado 10 de diciembre, entre las que destaca un aumento del salario mínimo, no han logrado aplacar a una parte de los "chalecos amarillos", que exigen un sistema basado en consultas populares y piden acabar con los privilegios de los políticos.
Aunque a la baja, el movimiento, que nació en un principio para impedir el alza del impuesto sobre el carburante, aún despierta las simpatías de una mayoría de franceses, un 70 %, de acuerdo con un sondeo del pasado miércoles.
De entre las protestas convocadas en su canal predilecto, Facebook, destaca la de Versalles, realizada por el considerado como uno de los líderes de facto del movimiento, Eric Drouet.
El joven camionero ha hecho un llamamiento para reunirse en esta simbólica localidad de las afueras de París, que fue sede de la monarquía francesa.
El Palacio de Versalles anunció que este sábado estará excepcionalmente cerrado de "forma preventiva" por decisión de la Prefectura (delegación) de Gobierno.
También destacan las acciones previstas para varios puntos fronterizos de Francia, entre ellos el del sureste del país con España, cerca de la Junquera.
Como han realizado en otras ocasiones, su objetivo es entorpecer el tráfico con el bloqueo de los camiones de mercancías que entran y salen de España. Uno de los peajes en los que se aguardan manifestaciones es el de Boulou.
Otras movilizaciones convocadas tienen como meta protestar ante las sedes francesas de los denominados GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), a los que acusan de no pagar impuestos, e incluso ante algunos de los principales medios de comunicación franceses a los que consideran hostiles a su causa.
Desde que comenzó el pasado 17 de noviembre, 10 personas han fallecido en acciones relacionadas con los "chalecos amarillos", muchos de ellos por accidentes de tráfico en zonas como rotondas, uno de los lugares predilectos de protesta del movimiento.
El último fue un automovilista que murió la noche del viernes al chocar contra un camión que había sido detenido en un punto de bloqueo a la entrada de una autopista cerca de Perpiñán (sur de Francia), según fuentes oficiales.
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