Estados Unidos analiza de cerca y con preocupación el avance del brazo político de Hezbollah en el Líbano, ante las presiones del grupo terrorista por obtener mayor poder en el gobierno, en medio de las discusiones sobre el próximo gobierno.
"Continuamos teniendo profundas preocupaciones ante el creciente poder político de Hezbollah en el Líbano", indicó un funcionario del gobierno estadounidense, bajo condición de anonimato, en declaraciones a la agencia Reuters.
Según explicó, la inquietud pasa por la posibilidad de que los aliados políticos del movimiento islamista le den un manto de legitimidad.
El grupo chiita y sus socios políticos lograron 70 de 128 bancas parlamentarias en las elecciones de mayo, un duro golpe para el primer ministro Saad Hariri. Desde entonces, las negociaciones y presiones por los puestos del gobierno han sido incesantes.
Entre las concesiones logradas, Hezbollah, apoyada por Irán, conseguiría un tercer ministerio para sus socios, aumentando así la legitimidad de su brazo político.
"Esperamos que el próximo gobierno del Líbano construya un estado estable y seguro, comprometido con la paz y con las necesidades del pueblo libanés, y trabaje con Estados Unidos en áreas de interés mutuo", agregó el funcionario norteamericano.
Las negociaciones sobre el próximo gobierno se intensifican en el marco de las operaciones de Israel que desbarataron al menos cuatro túneles cavados por el grupo terrorista y que se adentraban en territorio del estado judío, cruzando la frontera.
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