Las imágenes del polémico bautismo (Video: Youtube)
Un bautismo poco convencional causó controversia en las redes sociales. El video mostró cuando un sacerdote ruso sumergió agresivamente a una bebé, con la excusa de que en su interior se alojaba el demonio.
Las imágenes exhibieron cuando el cura empujó la cabeza de la niña en tres ocasiones seguidas, mientras que la nena sólo pudo gritar desesperadamente cada vez que salía del agua.
La fuerza con la que fue empujada la menor fue de tal magnitud, que incluso la mayor parte del agua se derramó de la fuente. Algunos internautas calificaron el acto como una "brutalidad".
Sin embargo, a pesar de que la niña estaba aterrorizada ningún adulto intervino. Incluso hubo algunos que no pudieron contener la risa.
El video fue grabado en una iglesia de la localidad de Yessentuki, situada al suroeste de Rusia.
Y aunque el bautismo ocurrió hace dos años, la iglesia rusa ortodoxa planea tomar medidas contra el sacerdote debido a que desde la semana pasada el video se volvió viral en todo el mundo.
Mikhail Samokhin, arcipestre de las diócesis de Pyatigorsk y Circasiano, expresó que el "cura actuó con demasiada severidad".
"Ha sido suspendido de oficiar en los servicios y será juzgado por el tribunal de la iglesia", agregó.
El sacerdote, quien ejercía en el convento de San Jorge, en la ciudad de Stavropol, podría ser removido de su cargo de manera definitiva.
Algunas comentarios en las redes sociales no sólo criticaron al cura Ilia Semiletov, también se quejaron de que los padres de la niña no hicieron nada al respecto.
Incluso uno de los usuarios comentó: "¿Este maníaco sirve a la iglesia o al diablo?"
Una parroquiana mencionó que el sacerdote le había explicado que los niños deben "romperse" durante el ritual del bautismo porque "Satanás se encuentra todavía dentro de ellos".
La mujer se asustó un poco con esta declaración, pero nunca imaginó que el cura iba tomárselo tan en serio.
La madre de la pequeña, por su parte, defendió al sacerdote y aclaró que no ocurrió nada malo con su hija.
"Mi pequeña tenía dos años en aquel entonces. Estaba llorando porque le tenía miedo al sacerdote. Ella estaba en la iglesia por primera vez. Estamos muy agradecidos con el cura por haber aceptado bautizarla".
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