El presidente norteamericano anunció vía Twitter que no se reunirá con el ruso en Buenos Aires y con dos mensajes canceló una de las cumbre más esperadas del G20 argentino. La escalada de tensión entre Ucrania y Crimea frustraron la cita formal, pero este viernes rompieron el hielo: Trump y Putin estuvieron cara a cara, hablaron e, incluso, rieron.
"Basado en el hecho de que las naves y los marineros no han regresado a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes concernientes cancelar mi reunión previamente agendada en Argentina con el presidente Vladimir Putin. Espero que tengamos una nueva cumbre significativa tan pronto como esta situación se resuelva", había escrito el norteamericano desde el Air Force One camino a Buenos Aires. Ahora, sin bilateral, lo que sí pudo averiguar Infoabe es que dialogaron. Y aquí se publica la foto que lo testimonia.
Ese breve encuentro ocurrió antes de la foto de familia. El estadounidense recién había llegado luego de su sorpresiva ausencia al retiro, la cita privada de miembros permanentes del foro. Hablaron por lo menos un minuto y medio, y hubo risas. Su cara a cara no paso inadvertido, los otros presidentes lo notaron y los acompañantes más.
La bilateral original estaba pautada para hoy, Trump y Putin tenían previsto conversar 20 minutos en el predio de Costa Salguero. Iban a abordar la salida de los EEUU del tratado de desarme nuclear firmado en 1987 por Mijail Gorbachov y Ronald Reagan.
Pero el domingo tres buques ucranianos intentaron cruzar el estrecho de Kerch en el Mar Negro y fueron atacados por una flotilla rusa. En consecuencia, las naves y sus 24 tripulantes fueron apresadas por Moscú, generando una crisis internacional y visibilizando una vez más el conflicto iniciado en 2014 luego de que Rusia anexara la península de Crimea. Según el propio norteamericano escribió en sus tuits, por eso le canceló al ruso.
Esta decisión de último momento abre otro interrogante: ¿EEUU impondrá sanciones a Rusia por la escalada por Crimea? Una delegación ucraniana llegó especialmente a Buenos Aires para exigir que los lídres del G20 presionen a Moscú sobre este tema.
Por ahora, sólo rompieron el hielo.
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