El pequeño pudo ser rescatado por los bomberos después de una hora de pie sobre la cornisa (Video: Youtube)
Los servicios de emergencia en China tuvieron que realizar un rescate de emergencia, después de que un pequeño decidiera salir a jugar a la cornisa de un edificio, de menos de medio metro de ancho. Los vecinos del barrio residencial avistaron al niño, que permanecía completamente inmóvil para no precipitarse al vacío desde la infartante altura a la que se encontraba.
El incidente ocurrió al sureste del país asiático, en la ciudad de Zhaoquing, en Guangdong. Según explicaron los inquilinos del bloque, el niño jugaba con sus amigos y salió a la cornisa para tratar de escalar uno de los balcones.
Al caminar con vértigo por la orilla del edificio, quedó atrapado sin poder emprender el camino de vuelta hacia el departamento. Muchas de las ventanas que se encontraban próximas a él estaban tapiados por rejas y vallas que impedían a los testigos poner a salvo de inmediato al menor.
Cuando los vecinos de la zona advirtieron la presencia del pequeño en la fachada, se apresuraron a contactar a las autoridades. Hasta el lugar llegó inmediatamente una patrulla. Una vez allí, los policías se dirigieron al departamento con los accesos más cercanos a la zona en la que se encontraba el pequeño, para intentar alcanzarlo.
Tendido sobre el suelo y atravesando los brazos entre los estrechos huecos de los barrotes, uno de los agentes consiguió sujetar al pequeño y lo agarró para impedir que cayese. En el video que grabaron los testigos, se observa cómo el agente acaricia el cabello del menor para tranquilizarlo. Así, abrazado al él, permaneció hasta que arribaron los bomberos al vecindario.
Con el fin de rescatar al niño, que pendía al borde del quinto piso, los bomberos tuvieron que partir las rejas que cubrían una de las ventanas anexas. Después de una hora sobre la cornisa, pudieron ponerle a salvo. Enganchado a un arnés, el bombero tomó en brazos al niño y lo llevó hasta la ventana, donde un compañero atrapó al pequeño para adentrarlo en el edificio.
Los residentes del bloque aseguraron a los agentes policiales que el menor no era vecino del edificio. El pequeño confesó que estaba jugando con sus amigos y que había decidido escalar uno de los balcones, motivo por el que saltó a la cornisa. Ahora se encuentra a salvo, y no hubo que lamentar una desgracia mayor ni ninguna contusión.
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