El gobierno de Indonesia presentó el miércoles una protesta oficial contra Arabia Saudita luego de que el reino petrolero ejecutara el lunes a una trabajadora doméstica indonesia acusada de asesinar a su empleador, a pesar de que ella había sostenido repetidas veces que fue un acto en defensa propia durante un intento de violación.
La ejecución de Tuti Tursilawati en la ciudad de Thaif, siete años después de de recibir la sentencia, se hizo sorpresivamente y sin notificar a su familia ni a las autoridades indonesias.
Llega, además, en un momento en el que Arabia Saudita se encuentra en el ojo de la tormenta tras ser acusada de asesinar al periodista disidente Jamal Khashoggi en uno de sus consulados en Estambul, Turquía. El brutal episodio, que incluyó al desmembramiento del exiliado saudita, ha provocado un escándalo y una crisis diplomática para Riad.
El presidente de Indonesia, Joko Wikodo, criticó el miércoles la ejecución de Tursilawati y demandó mejores protecciones legales para los trabajadores de su países en Arabia Saudita.
En tanto Lalu Muhammad Iqbal, director del departamento de protección ciudadana en el Ministerio de Exteriores indonesio, dijo que "la ejecución de Tuti Tursilawati se hizo sin notificación a nuertros representantes en Riad y Yeda".
Tursilawati sostuvo siempre que la muerte de su empleador en 2010 ocurrió en un acto de defensa propia, luego de que intentara violarla.
Los conflictos entre Indonesia y Arabia Saudita por este tipo de casos no son nuevos. Jakarta ya había prohibido en 2015 a sus trabajadoras domésticas el trabajar en 21 países el Medio Oriente, luego de que otras dos empleadas fueran ejecutadas por Arabia Saudita ese mismo año.
El reino petrolero, que observa una versión muy dura de la ley islámica, o sharia, condena a muerte a delitos como el tráfico de drogas, violación, asesinato, apostasía y robo común.
Este año la prohibición se relajó y un número limitado de trabajadoras pudo volver a migrar por trabajo. Ahora, organizaciones humanitarias en Indonesia están pidiendo que se revierta la decisión.
Empleadas domésticas indonesias viajan por toda Asia buscando trabajo y pueden encontrarse en Singapur, Hong Kong y Malasia, además del Medio Oriente.
La situación ha provocado fuertes tensiones en numerosos países, y el caso de una mujer en Hong Kong condenada a seis años de prisión por golpear y hacer pasar hambre a su empleada indonesia generó también un escándalo en los últimos tiempos.
Con información de AFP
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