El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso este jueves sanciones económicas contra un ciudadano y dos compañías de Singapur por ayudar a Corea del Norte a esquivar las restricciones comerciales impuestas por la comunidad internacional.
Las medidas afectan al empresario Tan Wee Beng y a las compañías Wee Tiongy y WT Marine, a las que se acusa de contrabando de dinero en efectivo y tráfico de drogas, con el objetivo de beneficiar al régimen de Kim Jong-un.
"Tan Wee Beng y sus colaboradores han realizado esfuerzos deliberados para lavar dinero a través del sistema financiero de Estados Unidos en nombre de Corea del Norte", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Beng no es un empresario cualquiera. El FBI lo incluyó en la lista de "los más buscados" por "conspiración para violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, fraude bancario, lavado de dinero y conspiración para defraudar a Estados Unidos".
Tiene 41 años y nació un día de los enamorados, el 14 de febrero de 1977. Su gran amor es, sin dudas, el dinero. Y a lo largo de su vida demostró estar dispuesto a cruzar cualquier límite con tal de conseguirlo rápido y en grandes sumas.
Como suele ocurrir con este tipo de personajes, Beng es reacio a la autolimitación. En una sociedad que valora el trabajo duro y la discreción, sobresalía por el exhibicionismo con el que usaba su fortuna mal habida.
Los autos deportivos son su debilidad. Hasta hace poco, era muy habitual verlo pasear por Singapur a bordo de distintos modelos de Ferrari y de McLaren.
Antes de que se supiera cómo había construido su fortuna, había ganado mucho reconocimiento como un joven empresario exitoso.
En 2011, por ejemplo, ganó el premio de Ernst and Young al Emprendedor del Año. Precisamente en 2011 el FBI sospecha que comenzó con las operatorias ilegales con Corea del Norte.
El FBI cree que está oculto en Singapur. En un comunicado, instó a la población a contactarse con el Consulado estadounidense para aportar cualquier información que pueda ayudar a su captura.
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