Un pozo en la residencia del cónsul de Arabia Saudita en Estambul centra la investigación de la Policía turca sobre la desaparición y muerte, hace tres semanas, del periodista Jamal Khashoggi, informan este miércoles medios locales.
La inspección del pozo, de 25 metros de profundidad, no pudo llevarse a cabo en un primer momento debido a que las autoridades saudíes no habían dado el permiso correspondiente para registrar el jardín, una autorización necesaria al tratarse de un edificio diplomático, según indicó la agencia turca Anadolu.
La cadena NTV señaló más tarde que ese permiso ya se ha concedido y que los bomberos podrían comenzar en breve la búsqueda, aunque no se ha especificado cuándo se llevará a cabo.
La residencia del cónsul se encuentra a 200 metros del consulado, donde Khashoggi desapareció el 2 de octubre tras acudir, con cita previa, a recoger unos documentos.
En un primer momento, Riad afirmó que el periodista había abandonado vivo la oficina diplomática, luego dijo que murió accidentalmente durante una pelea dentro del consulado y hoy el príncipe heredero saud Mohamed bin Salman, calificó el homicidio de "incidente odioso".
La traducción oficial en inglés del discurso utilizó el término "crimen" en lugar de la palabra "incidente", pronunciada en árabe por Bin Salman.
Un grupo de expertos policiales turcos registró durante nueve horas la residencia consular el miércoles pasado, pero no pudo bajar al pozo por el riesgo de presencia de gas metano, indicó NTV.
Los agentes llamaron a un equipo de bomberos, pero Arabia Saudita le denegó la entrada, al no figurar en la lista de personas previamente acordada, agregó la fuente.
Por otra parte, varios medios difundieron hoy imágenes de un coche negro con matrícula diplomática que entró el 1 de octubre, un día antes de la muerte de Khashoggi, en una zona del Bosque de Belgrado, en el norte de Estambul.
Las imágenes, obtenidas tras visionarse 2.000 horas de filmación de 137 cámaras de vigilancia y de tráfico, muestran a un vehículo que circula lentamente, como si estuviera buscando un lugar concreto.
De hecho, la Policía turca ya comenzó a rastrear la semana pasada esta gran zona verde, dentro de la investigación sobre el paradero del periodista.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió la víspera en que el crimen fue premeditado y ofreció numerosos detalles, como la llegada a Estambul de quince agentes sauditas, entre ellos militares y un forense, la víspera de la desaparición.
Erdogan insistió hoy en que Turquía "dará a conocer a la opinión pública todos los detalles que vayan saliendo".
A media tarde local, el mandatario habló por teléfono con el príncipe heredero saudita, informó Anadolu, citando fuentes presidenciales.
Erdogan y el príncipe, al que muchos analistas consideran un personaje clave en la persecución de disidentes, conversaron sobre la necesidad de colaborar para aclarar todos los aspectos del asesinato de Khashoggi, detallaron esas fuentes.
Con información de EFE
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