Algunos creen que podría tratarse de un giro inesperado en el misterio que rodea al vuelo MH370 de Malaysia Airlines, que desapareció de los radares el 8 de marzo de 2014, cuando partió del aeropuerto de Kuala Lumpur con destino a Beijing. Nunca más se supo sobre ese Boeing 777 y sus 227 pasajeros y 12 tripulantes.
Lo cierto es que una revelación hecha por Ghyslain Wattrelos, un francés que perdió a su esposa y a sus dos hijos adolescentes en el fatídico vuelo y se mueve de forma independiente para tratar de arribar a la verdad, podría permitir saber mejor qué pudo ocurrir ese día.
De acuerdo con el aporte de Wattrelos, jueces que revisaron la investigación hecha por la Gendarmerie Air Transport francesa le contaron sobre lo último que se conoce sobre el MH370. Los investigadores quieren revisar nuevamente los datos recolectados por Boeing y el FBI luego de encontrar "inconsistencias" en el informe final del gobierno malayo.
La hipótesis es que la información de la navegación del MH370 pudo haber sido hackeada para enmascarar la ruta final del avión antes de que se perdiera comunicación con su centro satelital. Las autoridades francesas saben sobre la "tercera entidad", que podría tener información útil y un software que pudo ser utilizado para hackear la unidad de comunicaciones satelitales del avión, conocida como satcom.
Incluso, se identificó que un pasajero malayo experto en aeronáutica se sentó debajo del satcom y pudo haberlo hackeado. Naturalmente, esta versión no fue confirmada aún, pero… ¿por qué las autoridades de Malasia no lo informaron?
La antena de comunicaciones satelitales de un avión se comunica con una serie de satélites Inmarsat. El día del incidente y los posteriores, sus datos se utilizaron para trazar la trayectoria del MH370 antes de que cayera. Sin embargo, si la información fue hackeada desde el interior del Boeing 777, la ruta informada no pudo ser la correcta, y todo este tiempo se estuvo buscando en un lugar equivocado.
Peritos de la Gendarmerie francesa, además, busca viajar a los Estados Unidos para recolectar la información que tienen en su poder Boeing y el FBI, además de los datos que pudieran aparecer en el simulador de vuelo que el piloto Zaharie Shah tenía en su hogar. Hasta el momento, todos los intentos por conseguir información de la empresa aeronáutica han fallado. La compañía se basa en que mucho de lo solicitado ingresa en la categoría de "secretos de la industria" y no pueden ser revelados.
"Es necesario ir allí porque hay tres entidades que tienen información importante para comprender qué ocurrió en ese vuelo", dijo Wattrelos. La tercera "entidad" de la que habla el francés es la que diseñó el software que podría haber utilizado el experto malayo oculto como un pasajero más para hackear la unidad satelital del avión.
Pero no solo en este pasajero se centra Wattrelos. Cree que pudo actuar con otros que son sospechosos, de acuerdo con sus investigaciones en paralelo. Uno es un iraní que antes de abordar el vuelo MH370 les pidió a sus amigos de Facebook que le rezaran a Alá por su alma. También habrían abordado dos ucranianos y un norteamericano, con "perfiles atípicos".
Sin embargo, hay una pieza suelta en esta nueva hipótesis. Si en verdad la ruta oficial fue hackeada y fue otra la trayectoria que realizó el Boeing de Malaysia Airlines, los restos del avión hallados en la Isla Reunión en julio de 2015 deberían haber sido "plantados" por alguien para confundir a los investigadores y sumar más misterio al hecho, de acuerdo con el Daily Mail.
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