La jornada electoral del sábado en Afganistán dejó al menos 67 muertos -27 civiles, 9 miembros de las fuerzas de seguridad y 31 insurgentes- y 126 heridos en 193 ataques perpetrados en todo el país por los talibanes, que habían amenazado unas elecciones parlamentarias que llegaban con tres años de retraso.
Los 193 ataques contra las fuerzas de seguridad afganas y los colegios electorales comenzaron con la apertura de los centros a las 7:00, hora local, y se extendieron hasta las 18:00, afirmó en una rueda de prensa en Kabul el viceministro de Interior, Akhtar Muhammad Ibrahimi.
Los ataques incluyen un atentado suicida en Kabul, 76 acciones contra los colegios electorales en todo el país y una docena de explosiones cerca de centros electorales "para aterrorizar a los votantes", además de combates con las fuerzas de seguridad.
Como resultado, explicó Ibrahimi, 27 civiles murieron y un centenar resultaron heridos, mientras que al menos nueve miembros de las fuerzas de seguridad fallecieron y otros 25 resultaron heridos.
Además los talibanes sufrieron 31 bajas y 18 insurgentes más fueron detenidos con vida.
Según el viceministro de Interior, estos ataques son cerca de la mitad de los que se produjeron en 2014 durante las elecciones presidenciales.
Por su parte, en la misma rueda de prensa, un portavoz del Palacio Presidencial, Haroon Chakhansori, no dudó en calificar los comicios como "un éxito" para Afganistán y una "derrota" para los terroristas.
Para garantizar la seguridad en los comicios, el Gobierno afgano desplegó en todo el país 70.000 soldados y policías, según reveló el Ministerio de Interior, lo que suponía un incremento de 16.000 efectivos respecto al anuncio de hace unos días.
Mientras tanto, los talibanes habían recordado a la población que "los centros electorales del enemigo en todo el país están bajo ataque", por lo que pidieron a los ciudadanos que no participasen en este "falso proceso" si "desean salvar sus vidas", aseguró en un comunicado el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
Al finalizar la jornada, otro de los portavoces talibanes, Qari Yousuf Ahmadi, aseguró en otro comunicado que habían perpetrado alrededor de 400 ataques durante toda la jornada, en los que "decenas de soldados y policías murieron y resultaron heridos".
"Las elecciones fracasaron", sentenció.
Previstas inicialmente para el verano de 2015 pero retrasadas a causa de la precaria situación de seguridad, la inestabilidad política y los problemas financieros, las elecciones se consideran como una prueba para la frágil democracia afgana y un test antes de los comicios presidenciales, previstos para abril de 2019.
Por primera vez desde el final de la misión militar de la OTAN en 2014, el Gobierno afgano es responsable de la seguridad durante las elecciones.
Con información de EFE
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