Las directrices establecidas por Ecuador para mantener al fundador de Wikileaks, Julian Assange, como asilado en la Embajada de Londres incluyen, además del recurrente llamamiento a no inmiscuirse en cuestiones políticas de otros países, suman el pedido a garantizar las "condiciones de seguridad" en el interior de las instalaciones, mantenga limpia la embajada – especialmente el baño- , y a que cuide a su emblemático gato, sino quiere que el mismo sea confiscado.
El felino tiene cuentas en las redes sociales –@EmbassyCat- y ha sido fotografiado en varias oportunidades con una simpática corbata a rayas.
Las normativas fueron publicadas en un memo de nueve páginas publicado por el portal Código Vidrio.
Assange se refugió en la sede de la Embajada ecuatoriana en Londres en junio de 2012 para esquivar una posible extradición a Suecia, donde estaba siendo investigado por presuntos delitos sexuales. Aunque estas pesquisas ya están archivadas, Reino Unido mantiene que lo detendrá si abandona la legación, por considerar que incumplió las medidas de libertad provisional que le concedieron las autoridades británicas.
El caso ha sobrevivido al cambio de Gobierno en Ecuador, donde el actual presidente, Lenín Moreno, no ha ocultado su malestar por una polémica que considera heredada.
La tensión ha sido tal que, después de que Assange se pronunciase sobre cuestiones como el desafío independentista de Cataluña, Ecuador limitó sus comunicaciones.
Un nuevo protocolo elaborado por la Embajada contempla que Assange pueda conectarse a Internet y realizar llamadas telefónicas. Toda persona que quiera visitarlo deberá solicitar previamente una autorización al jefe de la delegación, quien se reserva el derecho de aceptar o rechazar dichas solicitudes sin dar explicaciones, según lo difundido por Código Vidrio.
La Embajada señaló, además, que en caso de que se incumpla el acuerdo sobre visitas, Quito podrá dar por roto el asilo diplomático, una hipótesis que también se plantea en el caso de que Assange realice "actividades que pudieran ser consideradas como políticas y de interferencia en los asuntos internos de otros Estados o que puedan causar perjuicio a las buenas relaciones de Ecuador".
La nota, sin embargo, no alude a ningún caso en concreto, y desvincula al Gobierno ecuatoriano y a la Embajada de cualquier declaración de Assange.
Así, "no serán responsables de los contenidos de las comunicaciones, declaraciones, documentos, mensajes por redes sociales o de cualquier otra expresión de ideas u opiniones por cualquier medio que efectúe el señor Julian Assange".
Ecuador se compromete a pagar el servicio de Wifi que utilice Assange, así como a no cobrarle por conceptos como la estancia, el agua o la electricidad, pero se desentenderá a partir del 1 de diciembre de los gastos de alimentación, cuidados médicos o lavandería.
Las tensiones entre Assange y sus anfitriones han estado aumentando, particularmente luego que el ex hacker australiano comenzó a apoyar a los secesionistas catalanes el año pasado.
El domingo, WikiLeaks dijo que Assange sería reconectado a internet, pero no estaba claro si eso dependía de que él aceptase las condiciones de Ecuador.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana para evitar ser extraditado a Suecia, donde enfrentaba acusaciones de delitos sexuales.
Con información de AP
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