Grace Meng, esposa del ex presidente de Interpol que desapareció en China, aseguró este martes haber recibido amenazas telefónicas que llevaron a las autoridades de Francia, donde se encuentra, a proveerle una custodia policial.
En la primera entrevista dada luego de la desaparición de su esposo Meng Hongwei, tras lo cual se supo que estaba detenido en China y luego el hombre ofreció su renuncia a Interpol, Grace Meng dijo a la agencia AP que ella se encontraba en "grave peligro" y que había recibido información de que el gobierno chino había enviado agentes a buscarla en Francia.
Meng Hongwei había sido viceministro de Seguridad Pública de China y era un activo miembro del partido comunista de su país, además de ser el presidente de la organización policial internacional, por lo que se cree que su arresto es parte de una puga política interna en el gigante asiático.
El lunes su esposa había develado el último mensaje recibido por Meng, en el cual le pedía que esperara su llamado y que envió acompañado de un emoji de un cuchillo, simbolizando un peligro inminente. No volvió a hablar con él desde entonces.
La confusa trama comenzó con la desaparición del ex presidente de Interpol durante un viaje a China a finales de septiembre. Tras los reportes de que había sido arrestado y las presiones del organismo policial, Beijing finalmente comenzó a dar información a cuentagotas sobre su destino. Primero indicó que no estaba detenido, luego que estaba sospechado de "violar la ley", y finalmente que se lo acusaba de "aceptar sobornos".
Durante su captura Meng llegó a enviar su renuncia a Interpol, no se sabe por qué medio, la cual fue aceptada por el organismo.
Las purgas políticas entre competidores y opositores internos son usuales en China y se han incrementado bajo la presidencia de Xi Jinping, quien ha puesto al país bajo un liderazgo personalista que no se observaba desde tiempos de Mao Zedong, fundador del régimen comunista, o Deng Xiaoping, arquitecto de la apertura económica en la década de 1980.
Además, China mantiene una relación difícil con Interpol, a la que pretende presionar para lograr la extradición de numerosos disidentes chinos radicados en el exterior, por el momento con escaso éxito.
MÁS SOBRE ESE TEMA: