Una mujer fue elegida presidente de un banco por primera vez en la historia de Arabia Saudita

La saudita Lubna Olayan rompe así "el techo de cristal" en el reino ultraconservador y se ha convertido en una de las mujeres más influyentes de Medio Oriente

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Lubna Olayan, primera directora de
Lubna Olayan, primera directora de un banco saudita

El nuevo banco saudita SABB First se lanzó el viernes con Lubna Olayan como presidenta de su Consejo de Dirección, lo que constituye un hecho inédito en Arabia Saudita.

Olayan estará al frente del banco, que acaba de nacer de la fusión del Banco Británico Saudí (SABB) y el Banco Alawwal First, anteriormente Banco Holandés, de cuyo Consejo de Dirección la nueva presidenta de SABB First formó parte desde 2005, informó la entidad en un comunicado.

Considerada por varias revistas, incluida Forbes, como una de las mujeres más influyentes de Medio Oriente, Olayan ha trabajado en el sector bancario en los Estados Unidos en la década de 1980, antes de regresar a su país para trabajar en la Financiera Olayan, fundada por su padre en 1947 y compuesta por más de 40 empresas.

La banquera, nacida en 1952, está graduada en Ciencias de la Agricultura por la Universidad Cornell y tiene un máster en Administración de Negocios por la Universidad de Indiana, en los Estados Unidos.

Lubna Olayan
Lubna Olayan

Además, tiene un doctorado en Derecho en el Trinity College de Irlanda.

Desde la designación en 2017 del príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman, el Gobierno viene realizando reformas que ha presentado al resto del mundo como cambios en la ultraconservadora sociedad del país árabe.

Una de las medidas más llamativas fue el levantamiento del veto de conducir vehículos a las mujeres en junio pasado.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han denunciado que en paralelo la situación de las activistas que abogan por los derechos de las mujeres ha empeorado de manera considerable.

Semanas después de levantar la prohibición a la conducción de las mujeres, el Gobierno detuvo a las mismas activistas que lucharon para acabar con el veto.

En agosto, la Fiscalía recomendó que Israa al Ghomgham, una activista chiíta detenida en 2015 por protestar en el este de Arabia Saudita, sea sentenciada a la horca, lo que supondría la primera condena de este tipo contra una mujer activista de derechos humanos.

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