El calendario ha sufrido muchos aplazamientos, como sucede a menudo en el terreno del espacio. La NASA ahora tiene la intención de informar mensualmente sobre estos plazos.
"Sin embargo, las fechas de lanzamiento seguirán siendo inciertas, y anticipamos que pueden cambiar a medida que nos acerquemos a los lanzamientos", dijo Phil McAlister, director de vuelos privados de la NASA.
“Estos son aparatos nuevos, y los equipos de ingeniería aún tienen mucho trabajo antes de que los sistemas estén listos para volar”, señaló.
Ambos vuelos son considerados como pruebas: los dos astronautas transportados por cada sistema pasarán dos semanas a bordo de la ISS y luego regresarán a la Tierra.
A largo plazo, la NASA utilizará a SpaceX y Boeing para llevar a los astronautas a la ISS para misiones regulares, que duran unos seis meses.
Antes de estas dos pruebas tripuladas, SpaceX realizará una no tripulada en enero de 2019, y Boeing en marzo de 2019.
Actualmente la compañía usa una primera versión de la cápsula Dragon para transportar suministros a la estación espacial.
En cuanto a Boeing, su nave Starliner será lanzada al espacio por el cohete Atlas V de United Launch Alliance, el histórico fabricante de cohetes del gobierno de Estados Unidos, que ahora es un consorcio entre Lockheed Martin y Boeing.
Desde 2011, la NASA se ha visto obligada a enviar a sus astronautas a la ISS en naves Soyuz rusas.
Con información de AFP
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