Un confuso episodio ocurrido hace ya más de un año llevó a que dos turistas chilenos en Malasia tengan que atravesar hoy una verdadera pesadilla, la cual podría terminar de la peor forma para sus familiares y amigos.
Felipe Osiadacz, un ingeniero de 27 años; y Fernando Candia, un cocinero de 30, son acusados por la justicia malasia de asesinar a un ciudadano de esa nación y protagonizan un proceso judicial que podría extenderse hasta el próximo 9 de octubre, con altas probabilidades de que se prolongue varias semanas más.
Los hombres llegaron de vacaciones al país asiático en agosto de 2017 tras pasar un año trabajando en Nueva Zelanda.
La primera noche allí, fueron a un bar donde pasaron varias horas hasta que decidieron regresar al hostal donde se hospedaban.
En el camino, un malasio bajo el efecto de las drogas los abordó y les pidió dinero. Ellos se lo negaron pero el sujeto los siguió, insultándolos.
Los chilenos alegan que tuvieron que forcejear en "defensa propia" al ser atacados por la víctima, descrito en el juicio como un malayo transexual.
Desde entonces, Osiadacz y Candia están en una prisión de Kuala Lumpur acusados de homicidio, delito por el que podrían ser condenados a la horca.
Candia se refirió al difícil momento que atraviesa junto a Osiadacz, cerca de que su futuro se defina.
"Ahora más que nunca necesitamos el apoyo, el amor y las buenas energías para que todo salga a favor de nosotros. Los queremos mucho" dijo, en un mensaje publicado por el periódico chileno Ahora Noticias.
Según compartieron fuentes cercanas al caso, en los próximos días el médico forense a cargo de llevar a adelante la autopsia del fallecido compartirá el reporte oficial además del análisis toxicológico del difunto, algo que podría ser crucial para llegar a un dictamen final.
En el día de ayer, tras reanudarse el juicio, la fiscalía continuó con la declaración de tres oficiales de policía, además de un operador de emergencia, el fotógrafo asignado a la escena y el forense mencionado.
Hoy viernes se espera que otros cuatro oficiales declaren ante la justicia malasia en el caso que involucra a los chilenos que insisten en su inocencia.
En una audiencia anterior, la fiscal solicitó que los involucrados se declararan culpables por el delito para que puedan obtener una sentencia de 30 años de cárcel y así evitar la pena de muerte.
"Mis clientes mantienen su inocencia, seguiremos luchando en ese sentido" dijo Venkateswari Alagendra, una de las abogadas defensoras.
El caso mantiene en vilo a Chile y el temor de la mayoría tiene que ver con las leyes malasias: en el país asiático no hay mucha diferencia entre un "cuasidelito de homicidio" –cargo menor que buscan los abogados defensores- y un acto homicida realizado con premeditación.
Además, en Malasia han castigado con pena de muerte a narcotraficantes. Un antecedente inquietante es el del boliviano Víctor Eduardo Parada, de 30 años, que tras ser detenido por tráfico de drogas fue enviado a la horca.
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