A principios de septiembre las autoridades británicas emitieron una orden europea de captura contra Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, los dos rusos acusados por la policía del Reino Unido de haber envenenado al ex espía Serguéi Skripal y su hija Yulia en marzo pasado en Salisbury, Inglaterra.
Durante una rueda de prensa que brindó el día del anuncio, el jefe de la policía antiterrorista, Neil Basu, había aclarado que esos nombres podrían ser falsos. En efecto, el sitio web de periodismo de investigación Bellingcat junto con el diario británico The Telegraph revelaron que el verdadero nombre de Boshirov es Anatoliy Vladimirovich Chepiga, de 39 años.
Esta información resultaría vital para el curso de las investigaciones, ya que contradice las declaraciones del propio Vladimir Putin, quien había asegurado que los presuntos atacantes de Skripal y su hija eran civiles inocentes. Es que, de acuerdo a las nuevas revelaciones, Chepiga fue un coronel de la agencia de espionaje rusa (GRU), que fue galardonado en 2014 por el mismo Putin con el más alto honor del Ejército después de su servicio en Chechenia y Ucrania, en una ceremonia secreta.
Según consigna Daily Mail, dos fuentes de seguridad europeas familiarizadas con la investigación del ataque contra Skripal reconocieron que esos detalles "son precisos".
Chepiga y Petrov son acusados por el Reino Unido por el intento de asesinato del ex espía ruso y su hija con el agente nervioso Novichok.
The Telegraph indicó que hasta el momento no está clara la verdadera identidad de Petrov, aunque se presume que pudo haber viajado a Salisbury con su nombre real, pero utilizando su apellido como un alias. El periódico aclaró, no obstante, que la policía ya conoce su verdadera identidad.
El alto rango que supo tener Chepiga es otro indicio de que el envenenamiento fue ordenado desde los más altos niveles del Kremlin. Teoría que desde un comienzo fue sostenida por el Reino Unido y sus principales aliados, que desató una nueva crisis diplomática entre Londres y Moscú.
De acuerdo a la información revelada en las últimas horas, el presunto agente ruso se graduó de la Escuela de Comando Militar Superior del Lejano Oriente en 2001 y realizó tres viajes a Chechenia, donde fue reconocido con más de 20 premios e insignias. Pero hace cuatro años, cuando tenía cerca de 35 años, obtuvo la mayor distinción a la que puede aspirar un militar ruso. Recibió el Premio Héroe de la Federación de Rusia por una misión de paz en Chechenia.
Luego de haber sido identificados por las autoridades británicas y de que se haya lanzado una orden de captura internacional en su contra, Chepiga y Petrov brindaron una entrevista a la cadena de propaganda rusa RT, en la que confirmaron haber viajado a Salisbury, pero "como turistas".
La entrevistadora les preguntó con incredulidad qué hacían en un pueblo tan remoto, a lo que respondieron que querían "visitar la célebre catedral" de Salisbury, "conocida en todo el mundo".
Luego les consultó por la naturaleza de su relación: "En los videos siempre aparecen juntos. Estaban juntos, vivieron juntos, caminaron juntos por todos lados. ¿Qué es lo que de hecho los une?". Chepiga, quien en la entrevista también se identificó como Boshirov, se limitó a responder: "No nos adentremos en nuestras vidas privadas".
Días antes, Putin confirmó que Moscú había identificado a las dos personas que el Reino Unido consideraba como sospechosas del envenenamiento de Skripal y su hija con Novichok. Sin embargo, aseguró que se trata de civiles y no de agentes de información militar rusos.
"Son civiles, naturalmente. Les aseguro que no hay nada criminal", señaló semanas atrás en el marco del Foro Económico Oriental. Pese a estas declaraciones, con las nuevas revelaciones que salieron a la luz, el Kremlin volvió a quedar en el foco de la cuestión y cada vez son más las pruebas que lo vinculan con el ataque.
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