Tras años de brutal guerra civil en Sudán del Sur un reciente estudio encargado por el Departamento de Estado de Estados Unidos asegura que al menos 382.000 personas han muerto, una cifra que supera ampliamente la última aproximación de las Naciones Unidas (ONU), según reportó este miércoles el Washington Post.
Los hallazgos fueron realizados por un equipo de investigadores en la Londond School of Hygiene and Tropical Medicine, encargado por el Instituto Estadounidense para la Paz y el Departamento de Estado, y serán presentados este miércoles, aunque el periódico estadounidense accedió a una copia.
En un estudio de marzo de 2016 la ONU estimó un total de 50.000 muertos durante el conflicto iniciado en 2013 en este país del centro de África, pero no se contaba con una cifra más precisa y actualizada ya que es difícil realizar estos estudios en zonas de guerra afectadas por la destrucción de archivos y millones de refugiados en constante movimiento.
Esta nueva estimación de 382.000 supera ampliamente lo considerado hasta el momento y pone a la guerra civil en Sudan en el mismo nivel que la guerra civil en Siria, el brutal conflicto de más de siete años en el cual ya se calculan cerca de 500.000 muertos y millones de refugiados.
Algunos, sin embargo, rechazan esta nueva cifra, como el subdirector de la misión de la Embajada de Sudán del Sur en Estados Unidos. Para el funcionario la estimación no es precisa y el número real se encontraría en las 20.000 personas, "incluyendo enfermedades y todo", dijo Gordon Buay
Francesco Checchi, epidemiólogo que trabajó en el nuevo estudio, en cambio defendió los hallazgos y sostuvo que el análisis estadístico tomó información sobre la mortalidad en el país entre diciembre de 2013 y abril de 2018, especialmente 200 encuestas realizadas entre trabajadores humanitarios en Sudán del Sur.
La información provino de agencias humanitarias e informes de prensa, incorporando factores como la situación alimentaria, la presencia de grupos humanitario y la intensidad de los combates para crear un modelo estadístico preciso. "Un proceso meticuloso", dijo Checchi al Washington Post.
Sudán del Sur se separó de Sudán en 2011 tras décadas de conflicto civil interno que llevaron a la independencia. Pero la violencia retornó rápidamente en 2013 debido a tensiones internas entre el presidente Salva Kiir, del grupo étnico Dinka, y el entonces vicepresidente Riek Machar, de los Nuer.
Desde entonces el país se encuentra atravesado por una violencia extrema, incluyendo atrocidades cometidas por ambos bandos, en medio de un conflicto armado muchas veces opacado por la guerra en Siria y Yemen.
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