El Gobierno de Rusia modernizará las defensas antiaéreas de Siria con el sistema de misiles S-300 luego del incidente en el que uno de sus aviones fue derribado por fuego amigo la semana pasada, informó este lunes el ministerio de Defensa.
El Ilyushin Il-20 de reconocimiento perteneciente a la Fuerza Aérea rusa había sido abatido por error el lunes pasado por una batería de misiles S-200 operada por su aliado, el régimen sirio, la cual había estado intentando disparar contra un grupo de cazas israelíes que al mismo tiempo realizaban un ataque.
En el confuso episodio resultaron muertos los 15 tripulantes del Il-20, y los F-16 israelíes salieron indemnes.
Este lunes el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, anunció en consecuencia la "transferencia del moderno sistema S-300 de defensa aérea a las fuerzas armadas sirias en las próximas dos semanas, con un alcance de 250 kilómetros y capacidad de atacar varios blancos a la vez", de acuerdo a la AFP.
El funcionario agregó que se trata de una de las primeras "medidas de respuesta" para "enfriar cabezas", ordenadas por el presidente Vladimir Putin. Explicó que los centros de comando de las baterías serán centralizados y equipados con "sistemas de tiro automáticos, hasta ahora equipados solo para las fuerzas rusas" y tecnología IFF que permitirán la identificación correcta de aeronaves pertenecientes a Moscú.
Además, "Rusia también comenzará a interferir con la navegación satelital, los radares de a bordo y los sistemas de comunicación de cualquier aeronave que ataque territorio sirio", indicó Shoigu.
Aunque se trató de un error de fuego amigo que podría rastrearse a la obsolescencia del sistema S-200 y la falta de entrenamiento entre los artilleros rusos, desde el principio Moscú culpó a Israel del incidente y lo acusó de usar al Il-20 de "cobertura" para realizar su ataque sobre una base en Latakia.
"Perfectamente conscientes de la situación aérea, las tripulaciones israelíes utilizaron como escudo el avión ruso, lo que derivó en su derribo y en la muerte de 15 militares", insistió Shoigu.
Además, el Kremlin se quejó ante los israelíes por el escaso tiempo previo con el que fueron avisados de sus intenciones de ataque sobre bases sirias, lo que habría impedido que el avión de reconocimiento evitara la zona.
Aunque se encuentran divididos por el apoyo de Moscú al dictador sirio Bashar al Assad, Rusia e Israel comparten regularmente información sobre sus operaciones en Siria para evitar posibles roces o incidentes.
Pero la llegada de los S-300 y la implementación de sistemas de control e interferencia rusos podría afectar este entendimiento. Vale destacar que desde hace dos años hay baterías de estos misiles desplegadas en Siria, pero solo en bases rusas y operadas por rusos, sin que hayan intervenido en defensa de ataques contra objetivos sirios. Ahora, estarán a disposición de las fuerzas del régimen.
Las baterías de misiles S-200 empleadas por Siria en la actualidad fueron diseñadas en la década de 1950 y entraron en servicio en la Unión Soviética en 1967. Aunque recibieron numerosas mejoras y actualizaciones en el tiempo y fueron exportados a todo el mundo, se trata de sistemas mayormente obsoletos que han sido superados por los S-300 y S-400 actuales.
Los S-300 también fueron diseñados en tiempos de la Guerra Fría y entraron en servicio en 1978, pero su desarrollo continuó en el tiempo y hoy son considerados como un muy avanzado sistema de defensa contra aviones, misiles de crucero y misiles balísticos, solo superado por el S-400 o el THAAD estadounidense.
De hecho, Siria intentó comprar el S-300 en 2013 para actualizar sus defensas, pero Rusia se negó, a petición de Israel, que argumentaba un desequilibrio de fuerzas en la región, como destacó el propio Shoigu.
"Ahora la situación ha cambiado, y no es culpa nuestra", insistió, de acuerdo con la agencia rusa Sputnik.
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