(Nota publicada en Aurora)
El Gobierno de Benjamin Netanyahu teme que el incidente del derribo del avión ruso dañe la libertad de acción israelí en Siria y dificulte las operaciones en un espacio denso donde ya vuelan aeronaves de distintas partes.
Fuentes de seguridad subrayaron que Israel no cambiará su política y está firmemente decidido a evitar la consolidación militar iraní en Siria y los intentos de transferir armas al grupo terrorista islámico chiita libanés Hezbollah, según un reporte de la radio estatal israelí Kan.
El comandante de la Fuerza Aérea, general Amikam Norkin, parte a Moscú para presentar los resultados de la investigación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre el derribo del avión ruso.
Norkin será acompañado por una delegación que incluye al jefe del Departamento de Relaciones Exteriores de la fuerza, oficiales de la aeronáutica y de las divisiones de Inteligencia y Operaciones Especiales, que esperan mostrar la información previa al ataque. Además, le mostrarán a los rusos los continuados intentos iraníes de afianzarse militarmente en Siria y de transferir armas estratégicas a Hezbollah.
El presidente del régimen sirio, Bashar al Assad, se refirió al ataque y envió un mensaje de condolencias al mandatario ruso, Vladimir Putin, por la muerte de los quince tripulantes de la aeronave militar derribada por la artillería antiaérea siria. En el cable, Al Assad afirma que el incidente fue "resultado del jolgorio habitual israelí que siempre usa los medios más sucios para lograr sus bajos propósitos y llevar a cabo su agresión en nuestra región".
Al mismo tiempo, el secretario general de Hezbollah, el jeque Hassan Nasrhallah, se refirió al incidente, indicando que los ataques israelíes en Siria "se han vuelto intolerables y deben ser detenidos". Nasrallah añadió que los aviones israelíes penetran en el espacio aéreo libanés cuando llevan a cabo los ataques.
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