Los padres de Madeleine McCann saben que el tiempo corre en su contra. No pueden frenarlo. No lo consiguen. Si pudieran, lo hubieran detenido aquel 3 de mayo de 2007, cuando la pequeña desapareció de un complejo hotelero en Praia da Luz, Portugal, mientras ellos comían con amigos en un restaurant a unos 200 metros de donde sus hijos se encontraban durmiendo.
Ese tiempo podría ser fatal hacia finales de septiembre, y Kate y Gerry McCann temen escuchar una de las peores noticias: que el caso sería archivado definitivamente. Es que los fondos destinados a la investigación, que lleva ya más de 11 años, se agotaron. Y todavía no ingresó un pedido de renovación del presupuesto para la búsqueda mundial de Maddie.
Hasta el momento se han destinado más de 11 millones de libras –14 millones de dólares– en la cacería que se desató para encontrar a la niña, quien al momento de su desaparición tenía 3 años. En apenas días debía cumplir 4.
Los padres de Madeleine continuamente lucharon por más fondos para la investigación. Kate y Gerry han realizado todo tipo de campañas para que el dinero destinado a la búsqueda de la niña -quien hoy tendría 15 años- no se terminara. Pero, al parecer, en tres semanas ya no habría más libras para continuar.
"Ellos han estado en esta situación antes. Simplemente no tienen idea de si la búsqueda terminará bruscamente o continuará. Es una perspectiva desalentadora que enfrentan una vez más. Kate y Gerry están agradecidos a la Policía Metropolitana por todo lo que han hecho a lo largo de los años y esperan, por supuesto, que la investigación sobre el secuestro de su hija continúe si se solicitan más fondos y se ponen a disposición", señaló al diario británico DailyMail un allegado cercano a la familia.
Ante esta realidad, la alternativa que podrían tener los padres es contratar detectives privados para que prosigan con la búsqueda de Maddie. Sin embargo, desde el circulo íntimo de la familia confían en que la Policía Metropolitana finalmente consiga los fondos.
El último año, los investigadores realizaron cinco viajes secretos a Portugal. Allí se pusieron en contacto con sus pares portugueses, que participaron de las pericias desde un primer momento. No se obtuvieron más detalles sobre qué pudieron conseguir en esos vuelos. Pero los McCann se aferran a que haya habido progresos que empujen un nuevo envío de fondos frescos para el caso.
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