El régimen sirio "se dispone a solucionar" el problema del "terrorismo" en la provincia de Idlib, último bastión insurgente en Siria, indicó el martes el portavoz del Gobierno de Rusia, mientras se prepara la batalla final contra la rebelión surgida en 2011 y que dio origen a la guerra civil.
"La situación en Idlib sigue preocupando a Moscú, a Damasco, a Ankara y a Teherán", declaró Dmitri Peskov a la prensa dos días antes de una cumbre tripartita entre Rusia, Turquía e Irán sobre Siria. "Se formó un núcleo de terrorismo y eso desestabiliza la situación", destacó.
"Socava los esfuerzos para alcanzar una solución político-diplomática" en Siria y "lo que es principal, eso constituye una amenaza importante para nuestras bases" militares en Siria, añadió.
Según Moscú desde esa zona se pilotean decenas de drones que amenazan la base aérea rusa de Hmeimim, en el noroeste. "Sabemos que las Fuerzas Armadas sirias se disponen a solucionar ese problema", agregó, sin dar más precisiones.
El lunes el régimen iraní, también aliado de Damasco junto a Rusia, había instado a "limpiar" de insurgentes la provincia siria de Idlib.
"Se debe preservar todo el territorio sirio, y todas las sectas y grupos deben comenzar la ronda de reconstrucción como un solo colectivo y los desplazados deben regresar con sus familias", dijo el canciller Mohammad Javad Zarif, según Fars News.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el lunes a Siria, Rusia e Irán sobre una ofensiva en Idlib estimando que una operación en esa región podría provocar "una tragedia humana", especialmente frente a la amenaza de un nuevo ataque con armas químicas contra la población.
Idlib es la última región siria que está en poder de los rebeldes que se levantaron en 2011 contra Damasco, dando inicio a la guerra civil. Un 60% de la provincia está dominada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, formado por ex miembros de Al Qaeda y otro yihadistas), y hay también múltiples milicias rebeldes de distinta ideología.
Peskov no quiso comentar las informaciones según las cuales aviones de guerra rusos bombardearon Idlib este martes. El ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios de momento.
Pero según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) la aviación de guerra rusa bombardeó el martes varias zonas de la provincia de Idlib "luego de una pausa de 22 días".
De esta forma se configura la "batalla final" encarada por el régimen contra la rebelión, tras haber conquistado en julio su bastión en el sur del país, lugar de origen del levantamiento de 2011, y tras la expulsión del ISIS de las grandes ciudades concretada el año pasado.
Sin embargo, Idlib no es el último territorio que queda fuera del poder del dictador Bashar al Assad. Gran parte del norte el país, más allá del Río Éufrates, se encuentra controlado por las milicias kurdas, que crecieron en importancia durante el repliegue de las tropas sirias a comienzos de la guerra y combatiendo a los terroristas del ISIS.
Los kurdos cuentan con apoyo de los Estados Unidos, y al momento no se han trenzado en combate con el régimen sirio.
Además, una pequeña fracción de territorio al norte del país se encuentra bajo control de Turquía o bien de milicias leales a Ankara, como consecuencia de las operaciones Escudo del Éufrates y Rama de Olivo, orientadas a expulsar a los kurdos de la frontera turca.
Finalmente, aunque debilitado, el ISIS sigue activo en una franja de territorio desértico cerca de la frontera con Irak.
Pero de igual manera la captura de Idlib será eventualmente una gran victoria simbólica de Damasco, que podrá anunciar el fin de la rebelión contra el poder dictatorial de Al Assad y la guerra civil que lleva ya más de 7 años, 350.000 muertos, siete millones de desplazados internos y cinco millones de refugiados.
(Con información de AFP y EFE)
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