El Gobierno de Israel saludó la decisión de Estados Unidos de dejar de financiar a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), una organización acusada de perpetuar el conflicto de Oriente Medio.
"Israel apoya la medida de Estados Unidos" expresó un funcionario de la Oficina del Primer Ministro. "Consolidar el estatus de refugiados palestinos es uno de los problemas que perpetúa el conflicto", agregó.
La Administración Trump anunció que ya no financiará a la agencia, a la que mantuvo durante décadas. En cambio, buscará otros canales para asistir a los palestinos.
Todos los refugiados del mundo están bajo la atención de ACNUR o el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés). Excepto los refugiados palestinos, que desde hace setenta años, están bajo la tutela de UNRWA.
UNWRA (a diferencia de ACNUR) trabaja con una definición que concede el estatus de refugiado a los hijos, nietos, biznietos, etc. de los refugiados originales. De esta manera, de los 30 mil o 50 mil refugiados palestinos originales que se estima que viven en la actualidad (de los 700 mil en 1948); UNRWA contabiliza a cinco millones de personas dentro de esa categoría. El diputado Yair Lapid los ha denominado a estos últimos "fake refugees" o refugiados falsos.
La Administración Trump ha criticado a UNRWA por sus criterios retorcidos indicando que como un barril sin fondo, se trata una organización que crece cada año en forma inflacionaria sin límites, con "prácticas erróneas".
Estados Unidos aportaba tradicionalmente un tercio (350 millones de dólares) de los fondos de UNRWA, que en 2017 ascendieron a 1.100 millones de dólares.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, y sus subordinados, han despotricado contra la decisión de la Administración Trump y amenan con que concurrirán a la Asamblea General de la ONU. Pero debido a que la financiación de UNRWA procede casi exclusivamente de las contribuciones voluntarias de países miembros de la ONU, no es claro cómo podrían alterar la decisión soberana de Washington.
Mientras tanto, fuentes del establishment de defensa israelí temen que los esfuerzos de debilitar a UNRWA puedan fortalecer al grupo terrorista islámico Hamas en Gaza y Cisjordania (Judea y Samaria), y poner en peligro la seguridad de Israel.
Según los reportes, se teme que los cortes en el presupuesto de UNRWA produzcan un vacío en la provisión de servicios básicos en la Franja, donde la mayoría de sus habitantes depende de la organización. Esto podría traducirse en escasez de alimentos y el colapso del sistema educativo, que podría ser usado por Hamas para robustecer aún más su control totalitario sobre el enclave costero.
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