Este miércoles una delegación namibia tomó posesión de los restos de 27 compatriotas cuyos huesos fueron sustraídos por fuerzas coloniales alemanas hace más de un siglo atrás, con el fin de llevar adelante experimentos raciales de índole pseudo científica.
En una ceremonia religiosa que tuvo lugar en Berlín, dos calaveras exhibidas en urnas de cristal junto a un ataúd cubierto con la bandera de Namibia fueron colocados frente a un altar antes de la entrega oficial.
La repatriación de los restos es un recordatorio del breve período que Alemania tuvo como potencia colonial en África, incluida la sangrienta supresión del levantamiento de Herero y Nama que tuvo lugar entre los años 1904 y 1908, el cual dejó decenas de miles de muertos.
"Queremos hacer algo hoy que deberíamos haber hecho muchos años atrás, en lo que representa la devolución de restos humanos de personas que fueron las primeras víctimas del primer genocidio del siglo XX" dijo el obispo luterano alemán Petra Bosse-Huber ante los presentes.
Alemania está devolviendo 19 calaveras, cinco esqueletos completos y fragmentos de piel que fueron almacenados en hospitales, museos y universidades durante décadas.
A principios del siglo XX, los científicos alemanes intentaron probar la "superioridad racial" de los europeos blancos sobre los africanos negros al, por ejemplo, analizar los rasgos faciales de las calaveras, mucho antes de que los científicos de la era nazi condujeran experimentos similares sobre judíos y otros.
"Estas calaveras cuentan la historia de un brutal e impío pasado colonial y la consecutiva supresión del pueblo namibio. Nos dicen que nunca más debe volver a pasar algo así" dijo el obispo luterano Ernst Gamxamub de Namibia durante su sermón.
Esta es la tercera oportunidad que Alemania devuelve restos humanos a Namibia. En 2011, 20 calaveras fueron entregadas por el hospital Charité de Berlín. En 2014, tanto Charité como la universidad de Friburgo devolvieron 32 calaveras y esqueletos.
Los historiadores dicen que el general alemán Lothar von Trotha, enviado en 1904 a lo que en ese entonces era África Sudoccidental para aplacar un levantamiento de los Hereros contra sus gobernantes alemanes, instruyó a sus tropas para exterminar a la tribu completa. Alrededor de dos tercios de los Hereros fueron asesinados, en el marco de un proceso que también afectó a otras tribus más pequeñas.
En 2004, la en ese entonces ministro de Desarrollo Heidemarie Wieczorek-Zeul viajó a Namibia para ofrecer la primera disculpa de Alemania por la masacre, la cual dijo que "hoy día sería catalogada como un genocidio".
Michelle Muentefering, viceministro de Asuntos Exteriores, dijo a la delegación namibia a principios de esta semana que buscan "ayudar a sanar las heridas".
Alemania y Namibia han estado negociando desde 2015 una posible compensación para los descendientes de las víctimas. Durante la ceremonia en la iglesia, decenas de manifestantes se congregaron en la plaza lindante con pancartas en las que se podían leer leyendas como "¿Repatriación sin una disculpa oficial?" y "¡Reparaciones ya, la objetivación debe parar ahora!".
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