Al menos 27 personas murieron y un centenar resultaron heridas, en su mayor parte civiles, durante tres días de combate entre milicias rivales al sur de la capital libia, según un balance emitido el jueves por el ministerio de Salud.
Los combates estallaron el lunes en los barrios del sur de Trípoli y se prolongaron hasta el miércoles, a pesar del anuncio de una tregua que no fue respetada.
Los enfrentamientos cesaron momentáneamente el jueves tras un acuerdo de alto el fuego anunciado por jefes de grupos armados de las ciudades del oeste del país.
Fayez al Sarraj, el líder del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) libio, ordenó a fuerzas en las regiones centrales y occidentales del país que obliguen a las facciones rivales a aplicar el alto el fuego.
El objetivo de las fuerzas militares gubernamentales será lograr la retirada de los grupos armados de las líneas de frente en las zonas donde hay combates, y el retorno a la vida normal de esos territorios.
Las fuerzas del GNA, el único gobierno libio reconocido internacionalmente, provienen básicamente de las ciudades de Misrata y Zintan, en el occidente, técnicamente bajo el ministerio de Defensa.
Esos grupos solo podrán operar en la capital y sus alrededores hasta el 30 de septiembre, y luego deberán abandonar esos territorios, según el acuerdo.
Los combates de esta semana han enfrentado a las fuerzas fieles al régimen a la denominada 7ª Brigada, cuyas fuerzas son oriundas de la ciudad de Tarhuna, al suroeste de la capital, y que en principio también estaba bajo las órdenes del ministerio de Defensa.
Sarraj anunció este jueves que esta 7ª Brigada está "disuelta" desde abril, y luego pidió a los bandos rivales que respeten el alto el fuego.
La crisis política en Libia ha convertido al país en el terreno ideal para los traficantes que lucran con los migrantes que intentan cruzar el Mediterráneo con destino a Europa.
Organismos internacionales han denunciado reiteradamente sistemáticas violaciones a los derechos humanos y hasta esclavitud.
Evacuaciones de migrantes
Cientos de migrantes que se hallaban hacinados en centros de detención han sido evacuados a causa de los combates, que según la agencia de Naciones Unidos para los Refugiados (ACNUR), son los más intensos desde el estallido de la guerra civil 2014.
Según la fuente, cerca de medio centenar de hombres, mujeres y niños procedentes de Eritrea, Somalia y Etiopía han sido trasladados desde Ain Zara al centro de detención hermano de Abu Salim, situado más al norte en la capital.
"Existía un amplio riesgo de que quedaran atrapados en un fuego cruzado y por ello han sido llevados a un lugar más seguro en el que se les pueden seguir ofreciendo la asistencia que necesitan", explicó a Efe una fuente del organismo.
El traslado ha sido coordinado con el departamento libio para la lucha contra la inmigración ilegal, dependiente del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) sostenido por la ONU en Trípoli y la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).
Con información de AFP y EFE
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