La idea de viajar por el mundo sin tener que pagar un dólar en alojamiento y además ganar algo de dinero en el proceso parece demasiado buena para ser cierta. Pero un joven argentino y su novio estadounidense aseguran que dicho escenario es real, siempre y cuando el desafío se encare como un trabajo más.
Mariano Rebattini Capurro (28) y su pareja, Benjamin Harris (26), han pasado los últimos 18 meses recorriendo destinos de todo el planeta, como parte de una actividad a tiempo completo que los ha llevado a visitar 39 países, todo mientras trabajan y ahorran dinero.
Su estrategia es bastante sencilla. En vez de gastar dinero en hoteles o Airbnb, son parte de un colectivo de millennials que cuida los hogares de personas y familias que por distintos motivos deben viajar.
Las estadías en casas de extraños requieren distintas tareas, como regar las plantas, o simplemente asegurarse de que los amigos de lo ajeno no se sientan tentados a ingresar a robar o, en la mayoría de los casos, cuidar de las mascotas.
Sitios como Trusted Housesitters, Mind My House y House Carrers ponen en contacto a quienes ofrecen su hogar con los postulantes que buscan cuidar de las residencias. "Es como quedarse en la casa de un amigo donde te sientes tan cómodo como en la tuya", aseguró Rebattini Capurro.
La pareja se conoció en Buenos Aires, adonde Harris, oriundo de Virginia, se mudó luego de obtener su título universitario. Iniciado el romance, decidieron emprender un viaje de seis como mochileros por todo el continente americano.
Durante el periplo se hospedaron en hogares Airbnb y albergues, pero una vez llegados a la ciudad de Nueva York se dieron cuenta de que su presupuesto no se ajustaba a los llamativos precios de los hoteles promedio de la Gran Manzana, además de que el tamaño de las habitaciones no era compatible con sus necesidades de espacio para poder concentrarse y trabajar remotamente.
Así fue que decidieron aplicar por primera vez para cuidar el hogar de alguien. Luego de pasar con éxito una entrevista vía Skype, se mudaron a un apartamento de tres dormitorios en el vecindario de Harlem. Allí estarían a cargo de un Golden Retriever durante su estadía.
Esa iniciativa allanó el camino para nuevas aventuras. Durante los próximos tres meses viajarían por Canadá, Italia, Bélgica, Reino Unido, Suiza y Egipto. Todo sin gastar dinero en alojamiento.
Para el primero de junio pasado, la pareja llevaba cuidadas 23 casas en 16 países distintos, además de haber realizado otros viajes paralelos a una docena de destinos adicionales.
Su estrategia requiere de tiempo y mucha planificación previa. "Mariano se burla de mí dado que cada vez que decidimos nuestro próximo destino me pongo a buscar incesantemente por un nuevo hogar", manifestó Harris a la revista Money.
Es que la cantidad de aplicaciones que cada hogar recibe requiere de un plan metódico y una buena carta de presentación, además de excelentes reviews. "Cualquier propiedad de Manhattan o Brooklyn puede recibir fácilmente hasta 50 postulantes en un lapso de dos días", explicó.
Es por eso que, para distinguirse del resto, suelen enviar una presentación en video y suelen escribir sus aplicaciones específicamente para cada nueva búsqueda. La clave de su éxito es aplicar a los hogares que se alineen con su perfil.
Entre paseos y sesiones de siesta perrunas, ambos se hacen tiempo para poder trabajar remotamente para una empresa que da cursos de idiomas, gracias a la cual perciben un salario anual conjunto de alrededor de USD 23 mil, ingreso que complementan con su trabajo independiente como traductores, lo que les permite ganar entre USD 400 y 1.200 adicionales por mes.
Los expertos aseguran que aquellos que quieran seguir sus pasos deberán hacer un esfuerzo extra. Mantener la casa limpia, enviar a los dueños fotos de sus mascotas felices, además de dejar antes de partir una nota escrita a mano como agradecimiento, son detalles que nunca fallan para dejar una buena impresión.
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