Al menos 20 personas resultaron heridas por artefactos pirotécnicos y proyectiles, y en diferentes choques, durante una concentración de miles de simpatizantes de la ultraderecha el lunes por la noche en Chemnitz, en el este de Alemania, un día después de una "caza colectiva" de inmigrantes denunciada con vigor por Angela Merkel.
La policía de esta ciudad de la antigua República Democrática Alemana (RDA) informó que 18 manifestantes y dos policías resultaron heridos, sin informar de su gravedad, en el marco de una manifestación que reunió a más de 2.000 simpatizantes de la extrema derecha y a alrededor de un millar de contramanifestantes próximos a la izquierda radical, según la agencia alemana DPA.
Las fuerzas de seguridad indicaron que "más de 100 personas se taparon la cara", algunas hacían el saludo fascista y otras lanzaban piedras.
Pero aseguraron en Twitter que "la mayoría de los participantes" de la marcha, que se realizó en medio de fuertes medidas de seguridad, avanzaba "en calma".
Los policías, desplegados de forma masiva y equipados con cañones de agua, mantuvieron a distancia un desfile de la izquierda radical que intentaba acercarse a la concentración de la ultraderecha.
"Defender Europa"
"Merkel debe irse", clamaban algunos manifestantes, portando banderas alemanas, del partido de ultraderecha AfD y pancartas que rezaban: "Detengan el flujo de solicitantes de asilo" o "¡Defender Europa!", acompañado de iconografía nazi, como el perfil de la subametralladora MP40, utilizada en la Segunda Guerra Mundial.
La Policía de Sajonia también reportó que se identificaron 10 violaciones al artículo 86a del Código Penal, que prohíbe el uso de símbolos de organizaciones inconstitucionales. Específicamente, se detectaron 10 usos del saludo nazi y en consecuencia de abrió una investigación.
El movimiento Pegida, que organizó la concentración, pretendía con ésta exigirle al gobierno alemán que garantice "la seguridad de sus ciudadanos" tras el asesinato de un alemán de 35 años supuestamente cometido por dos jóvenes extranjeros, un sirio y un iraquí.
Unas 800 personas, incluyendo una cincuentena dispuesta a enfrentarse con la policía, se reunieron el domingo a partir de una convocatoria lanzada en las redes sociales, según Sonja Penzel, que dirige la policía de la ciudad.
Estos simpatizantes de la ultraderecha "atacaron lanzando botellas y piedras" a policías, según la misma fuente.
Tomaron las calles y lanzaron "cazas colectivas" contra extranjeros, que la canciller Angela Merkel denunció con vehemencia.
Estos hechos "no caben en un estado de derecho", aseguró el portavoz de la canciller alemana, Steffen Seibert.
"Es importante para el gobierno, para todos los representantes democráticos y pienso para la gran mayoría de la población de decir claramente que estos tumultos ilegales y cazas colectivas contra personas de apariencia u origen extranjero (…) no tienen lugar en nuestro país", afirmó Seibert.
Homicidio en reunión
Los dos sospechosos del homicidio, de 22 y 23 años, supuestamente propinaron "sin justificación, varias veces, cuchilladas" a la víctima tras un "altercado verbal", según la fiscalía.
Según varios testigos y videos publicados en redes sociales, los manifestantes que se reunieron el domingo para denunciar ese crimen empezaron a atacar a los extranjeros, persiguiéndolos.
Según la policía, se interpusieron tres denuncias contra 4 personas. Una adolescente de 15 años y su compañero afgano, de 18, fueron levemente heridos.
Poco después, un sirio de 18 años fue golpeado. Un búlgaro de 30 años también recibió amenazas poco después, mientras que varios videos filmados durante los incidentes están siendo examinados.
El caso atizó las tensiones en torno a la cuestión migratoria en Alemania, casi permanente desde hace tres años, cuando llegó más de un millón de solicitantes de asilo al país. En Sajonia, donde el 4,4% de la población es extranjera, la comunidad turca denunció "tentativas de pogroms".
Contexto político tenso
La organización Pegida, que nació en esa región, afirma, sin aportar pruebas, que la víctima fue mortalmente apuñalada "al querer proteger a su esposa".
El incidente se produce en un contexto político tenso para la canciller, Angela Merkel, blanco de críticas por parte de sus detractores y del presidente estadounidense, Donald Trump, quienes la acusan de haber contribuido a que aumente la criminalidad al abrir las puertas del país a los migrantes.
(Con información de AFP)
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