Para esta joven yazidí despertarse del mal sueño en el que se convirtió su vida parece cada vez más difícil.
Secuestrada por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés) y vendida como esclava en 2014, logró escaparse de los yihadistas y encontrar refugio en Alemania.
Pero allí, en la aparente seguridad de Europa, su captor la encontró y la confrontó en la calle.
En consecuencia Ashwaq Ta'lo decidió regresar a Irak, país en el que espera poder finalmente escapar de los terroristas y donde grabó un video que trascendió el miércoles y en el que cuenta su increíble historia.
Ashwaq era apenas una adolescente de 15 años cuando fue secuestrada por el ISIS en 2014, como reporta la agencia kurda Bas News, el año en el que los yihadistas lanzaron su ofensiva sobre Siria e Irak, conquistando numerosas ciudades.
La joven fue capturada junto a su familia en Khanasore, en la región de Sinjar, y forzada a convertirse al Islam, un proceso usual impuesto a los yazidíes.
Este pueblo antiguo diseminado en varios países de Medio Oriente mantiene su colectividad más grande en la provincia de Níniveh, norte de Irak, que alcanza el medio millón de personas.
Por su particular religión monoteísta, el yazidismo, fueron considerados "adoradores del diablo" por el ISIS y perseguidos durante su avance. Se cree que al menos 2.000 fueron asesinados, hasta 10.000 mujeres fueron forzadas a convertir al Islam y convertidas en esclavas sexuales, y cerca de 50.000 se habrían convertido en refugiados.
Primero, Ashwaq fue separada de su padre y hermanos y colocada entre las mujeres. Luego, fue incluida en un grupo adolescentes y llevada a Mosul, entonces capital del delirante califato fundado por Abu Bakr al Baghdadi y segunda ciudad de Irak en población.
La vida en cautiverio
En Mosul funcionaba un enorme mercado de esclavas sexuales, donde a las jóvenes se les ordenaba bañarse y cambiarse de ropa antes de ser ofrecidas. Una a una iban siendo compradas por terroristas del ISIS, contó Ashwaq a Bas News.
Ashwaq fue una de las últimas en ser vendida en 100 dólares a Abu Humam, quien se la llevó a su casa y la violó durante meses.
Estaba empecinada en escapar, y gracias a un audaz plan finalmente lo logró. En primer lugar, consiguió hacerse de el celular de su captor y llamó por teléfono a su hermano, quien había evadido la captura y estaba refugiado el monte Sinjar junto a otros yazidíes.
Él le consiguió, a través de un médico en el hospital de Mosul, potentes pastillas para dormir. Entonces esperó a una noche en la que su dueño invitó a otros tres terroristas a cenar a su casa, acompañados de sus esclavas yazidíes.
Ashwaq puso pastillas en la comida y la bebida, y cuando todos se durmieron, las cuatro adolescentes salieron de la casa en las afueras de Mosul y caminaron 14 horas en la oscuridad hasta llegar al monte Sinjar, primer paso para convertirse en una más de los millones de refugiados que dejaron Siria e Irak ante el avance del ISIS. En total, había estado diez meses en poder de los yihadistas.
El refugio en Alemania
En 2015 fue aceptada en Alemania como refugiada, y creyó que había dejado atrás todo. El país abría por ese entonces las puertas a quienes escapaban del conflicto bélico en Medio Oriente, y Ashwaq recibió un enorme apoyo de los trabajadores sociales y los vecinos alemanes, a quienes aún hoy agradece.
Pero 2016 su tranquilidad se vio sacudida. Creyó ver a Abu Humam en las calles, caminando como cualquier otro refugiado. Sorprendida, creyó que no era posible y siguió con su vida.
Dos años después, volvió a cruzarse con él en Schwäbisch Gmünd, y esta vez su antiguo captor la increpó y ya entonces no quedaron dudas.
Repetidas veces, Abu Humam se presentó como tal y le preguntó si era Ashwaq. También le recordó que habian vivido juntos en Mosul, y que él ahora sabía dónde y con quiénes vivía en Alemania.
"Estaba tan asustada, y sabía que era él. Tenía tanto miedo que casi no podía hablar", cuenta Ashwaq en su video.
"Quedé congelada cuando miré con cuidado a su rostro. Era Abu Humam, con la misma barba atemorizante y su rostro desagradable", contó a Bas News.
Tras el encuentro Ashwaq habló con su hermano y juntos acudieron a la policía alemana. Las autoridades recurrieron a las cámaras de seguridad y lograron identificar al hombre.
Pero le dijeron que no tenían argumentos para arrestarlo y le explicaron que Abu Humam era también un refugiado legal, según reportó RT.
Das Landeskriminalamt Baden-Württemberg hat am 13.03.2018 die Ermittlungen zu dieser Sache übernommen. Sie können derzeit nicht fortgeführt werden, da die Zeugin für Rückfragen aktuell nicht erreichbar ist. https://t.co/sZasHgtqNW
— Landeskriminalamt BW (@LkaBaWue) August 15, 2018
Por lo tanto Ashwaq no tuvo más remedio que dejar Alemania y radicarse con su padre en el kurdistán iraquí.
En su video la joven también explica que su caso no es aislado, y que otras mujeres yazidíes que fueron esclavas del ISIS y se refugiaron en Alemania también fueron confrontadas por sus captores.
La Oficina de Investigación Criminal del Estado de Baden-Württemberg anunció el miércoles en su cuenta de Twitter que había tomado el caso en marzo de 2018, un mes después del encuentro entre Ashwaq y Abu Humam, pero que no había podido avanzar ya que la joven abandonó el país y no se hizo disponible para consultas.
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