Los responsables del Aquarius pidieron a los países europeos que acepten a los 141 migrantes rescatados

El Aquarius, embarcación dedicada al salvamento de inmigrantes en el mar Mediterráneo, está actualmente entre Malta y la isla italiana de Lampedusa

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El Aquarius transportó a los
El Aquarius transportó a los migrantes (Reuters)

Gran Bretaña debería aceptar a los 141 migrantes interceptados por un barco de rescate que navega bajo la bandera del territorio británico de Gibraltar, dijo el ministro de Transporte de Italia el lunes.

Italia sigue negándose a abrir sus puertos a las embarcaciones gestionadas por grupos humanitarios, y Danilo Toninelli afirmó en Twitter que Londres debería responsabilizarse de los inmigrantes a bordo del Aquarius, un buque operado por ONG francesas.

La presidenta de la ONG SOS Méditerranée, Sophie Beau, llamó el lunes a "todos los países europeos a asumir sus responsabilidades" para encontrar un puerto seguro para el barco humanitario Aquarius, que socorrió el viernes a 141 migrantes.

La organización ya ha recibido dos "respuestas oficiales negativas", para acoger al barco, de parte de Malta e Italia.

"Pedimos a todos los Estados europeos encontrar una solución. Les pedimos asumir sus responsabilidades para encontrar un puerto seguro en el Mediterráneo", añadió Beau, según la cual la situación actual está "en total contradicción con el derecho marítimo internacional".

"Varios sobrevivientes contaron que cinco barcos pasaron frente a ellos sin detenerse", aseguró. "Hoy no hay ningún navío en la zona de rescate, estamos muy preocupados", añadió.

La operación de rescate estuvo coordinada por la guardia costera de Libia, y la embarcación está ahora en aguas de Malta, agregó Toninelli.

El barco rescató el viernes por la mañana a 25 migrantes que se encontraban a la deriva en una pequeña embarcación de madera, frente a las costas libias.

Horas después socorrió a 116 personas que se encontraban en una embarcación de madera, "sobrecargada", sin agua ni comida.

De estas 141 personas, la mitad son niños y un tercio mujeres, precisó Beau.

"Los guardacostas que nos acompañaron durante el rescate nos dijeron que no nos podían proponer un puerto seguro. Y Libia no es un puerto seguro", afirmó.

El Aquarius rescató en junio a 630 migrantes frente a las costas libias, pero Italia y Malta se negaron a abrirle sus puertos. La odisea del navío terminó en el puerto español de Valencia después de que el jefe de Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, propusiera acogerlos.

Después de una escala técnica de un mes en el puerto francés de Marsella, el buque volvió al mar a finales de julio.

(Con información de AP y AFP)

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